Del odio al amor...
Marlon Ramírez, subsecretario de Gobierno, odiaba, odiaba, odiaba, odiaba, odiaba, odiaba a la reina de Troya, Carolina Gudiño Corro.
Un odio desde, mínimo, a la mitad del fidelato, cuando el gozoso la impuso de alcaldesa. Y, bueno, cierto, del odio al amor un paso.
Marlon, ahora, su promotor.