cargando

En twitter:

Escenarios
Viernes 26 abril, 2024

Una cosa es ser bueno

**Otra, justo
**Y otra, bondadoso

UNO. La persona ideal

El relato bíblico es claro: Una cosa es ser bueno. Otra, ser una persona justa. Y otra, mil, dos mil, tres mil años luz de distancia, ser bondadoso.
La bondad, dice el relato sicológico y siquiátrico, repetido por los terapeutas familiares y el viejito del barrio luego de más de siete décadas

Luis Velázquez

vividas, experimentados y padecidos, consiste, entre otros hechos, en los siguientes:
A, ser una persona buena. B, nunca actuar y reaccionar como una persona mala.
C, ser un ser humano íntegro. D, ayudar a los demás, y como dicen los mandamientos, “sin mirar a quién”.
E, hacer cosas por los otros, los demás, los semejantes, los prójimos, los próximos y por la familia, claro.
F, perdonar. Saber perdonar. G, ser una persona imparcial a la hora de emitir juicios, dictámenes, puntos de vista, comentarios.
Y, H, aprender cada día y noche a ser una persona buena, justa y bondadosa.

DOS. En medio de dos hombres

En su autobiografía, “La fuerza de las cosas”, Simone De Beauvoir confiesa haberse enamorado de un escritor norteamericano porque era un hombre bondadoso.
Tal cual, por ejemplo, como describe el relato bíblico.
Claro, a la hora de la verdad cuando topó con la encrucijada de elegir entre aquel escritor y Jean-Paul Sartre, De Beauvoir quedó con el filósofo francés.

TRES. Aureola de bondad

Un compañero de trabajo tenía colgado en la oficina un cuadro con la siguiente leyenda: “Es bueno ser bueno, pero es mejor ser justo”.
Quizá le faltó buscar en el mercado popular el letrero donde queda escrito que es mejor mucho mejor, ser una persona bondadosa.
Bondadoso, dice el relato bíblico, Jesucristo. Y también, más, mucho más, Jehová.
Acaso por ahí Job, el paciente. Juan Evangelista, el primo hermano de Jesús.
Muchos seres humanos caminarán en todos los pueblos con una aureola de bondad.
Y acaso sin llamar la atención.
Bajo perfil. Discretos. Sin figurar en las marquesinas. Tampoco en los titulares.

CUATRO. Más allá de doctorados

Desde luego, el trío de títulos, posgrados, menciones honoríficas (ser bueno, ser justo y ser bondadoso) son más honrosos y dignos que cualquier maestría o doctorado.
Incluso, doble maestría y doble doctorado.
Y en universidades extranjeras de prestigio, desde Harvard hasta la Soborna.
Digamos, una especie de búsqueda inacabable del “Eslabón perdido”.
Más cuando alguien por ahí acuñó el siglo pasado, todavía vigente, de que “el hombre es el lobo del hombre”.
Y cuando en una región de “la república amorosa y humanística” otro personaje creó y recreó la frase memorable y citable de que “jode porque atrás vienen jodiendo”.
Lo dice Mario Almada en la película “El Infierno” con Damián Alcázar y Joaquín Cosío: “Confiar es bueno, pero no confiar es mejor”.

CINCO. Purificados a la hora de morir

Un minuto después de morir, la práctica cotidiana es que los familiares y amigos sobrevivientes juran y perjuran que el difuntito era una persona buena y justa y bondadosa.
Digamos, como si la muerte en automático purificara a los seres humanos… y tan llenos de virtudes, cualidades y atributos con que suelen convocarlos en el recuerdo y la nostalgia.

SEIS. Morir con bajo perfil

Por eso, nada mejor como morir sin avisar a nadie como, por ejemplo, fue el caso del maestro del periodismo político, Miguel Ángel Granados Chapa, quien así lo pidió a la familia.
Y el trascendido de su fallecimiento fue conocido días después, cuatro o cinco, parece.
Con todo, si la búsqueda de la persona ideal ha de darse y concitarse de seguro, “veinte y las malas” es, ha de ser, será, sería, alrededor de una mujer y/o un hombre bondadoso.
La bondad como la más elevada virtud humana.


Deja un comentario

Acerca del blog

Blog de noticias desde Veracruz.
Aquí, deseamos contar la historia de cada día.
Y cada día es un nuevo comienzo.
Y todos los días se empieza de cero...

Portal de noticias de Veracruz.