Y de hecho y derecho los provocaba hasta que de plano uno desafiara al otro a la salida de clases… Y como por lo regular uno de los estudiantes salía de prisa y aprisa antes del toque de salida, al día siguiente, el profe, M. O., se pitorreaba en la escuela y lo agarraba de piñata toda la mañana… Era así, tal cual, el gran sistema educativo del siglo pasado… “La letra con sangre entra”…

CURVA PELIGROSA: De pronto, resulta que los hijos (mujeres y hombres) son unos expertos sexuales… Incluso, fantasean creyendo, estando seguros que saben más de cosas íntimas que los padres… Es más, suelen llamar “a las cosas y hechos” por su nombre y por más duros y rudos que pudieran ser o son… Entonces, la preocupación de los padres, sobre todo de las madres, en ningún momento es lo que saben sino en dónde, en qué lugar, con quiénes lo aprendieron… Si fue en el salón de clases o el recreo… En la disco… En el fin de semana en una piyamada… En los libros con teoría y práctica… O si de plano, lo han vivido de manera intensa y volcánica… Más, cuando hablan con seguridad sobre los tríos y hasta los cuartetos… Y de los abortos…

AUTOPISTA DEL SUR: Comprobado está: hijos tenemos y hábitos y costumbres y vicios y desviaciones ignoramos… Peor, mucho peor, cuando el hijo se ha vuelto un enfermo alcohólico y/o drogadicto y/o las dos cositas… La escritora Simone De Beauvoir describe a la gente soberbia y altiva del siguiente modo: “El éxito se le subió a la cabeza y era vanidoso y se creía y sentía importante”… Desde luego, la frase construida a imagen y semejanza, entre otros, de los políticos y de la mayoría de artistas de cine y de teatro… El paraíso terrenal para sentirse paridos por los dioses… Está comprobado que entre los seres humanos se vuelve imposible hacerse amigos y para el resto de la vida cuando de por medio existe incompatibilidad política… Tantito peor: la desavenencia política suele llevar al divorcio a las parejas con pasiones ideológicas… La temporada estelar fue en el movimiento estudiantil del 68 en París, Checoslovaquia, Estados Unidos y México… Y como están las cosas ahora con los morenacos…

AUTOPISTA DEL NORTE: Cosas de la vida cotidiana: mucha gente entra en crisis cuando percibe que su edad y época de oro se está acabando… Cuando las horas de cada día y semana y mes están llenas de vientos huracanados y desfavorables… Cuando el sexenio se está yendo y todavía la persona sigue igual de jodida sin haber podido “ordeñar la vaca y metido la mano al cajón”… Cuando se está a punto de un divorcio inevitable… Cuando se confirma que la pareja es infiel… Cuando, claro, se vive desempleado y con las puertas y ventanas laborales cerradas… Y el colmo, cuando se sueña con tempestades y en la madrugada se tienen y viven pesadillas borrascosas… Y que ni siquiera, vaya, la
astróloga, la gitana ni los chamanes de la tele pueden contrarrestar… Unas personas lo expresan del siguiente modo: “Sólo falta que un perro me orine”…

RECTA FINAL: La palabra favorita de Albert Camus, Nobel de Literatura, cuando los demás lo contradecían era la siguiente: “Ingratitud”… Eres un ingrato les reprochaba… Tanto lo repitió que hacia el final de sus días, antes de su trágico accidente automovilístico, deseaba “morir sin odiar a nadie”… Pero, bueno, árabe al fin, Camus quizá, quizá, quizá, olvidó que un proverbio árabe es que la vida de un ser humano vale más, mucho más, de acuerdo con el número de enemigos que pueden contarse a la hora de la muerte… Según los sicólogos, los terapeutas familias, los siquiatras y los filósofos “la esperanza en un ser humano es un elemento de acción”… En tanto, Mario Almada en la película “El infierno” dice que “confiar es bueno, pero no confiar es mejor”…

META: Otros artistas casados un montón de veces son los siguientes… Larry King, ocho… Mickey Rooner, ocho… Nicolás Cage, 5… El cineasta Martin Scorsese, cinco… Y más de tres veces, entre otros, Kim Kardashian… Silvia Pinal… Jennifer López… Marc Anthony… Eva Longoria… Angelina Jolie… Kate Winslet y Pamela Anderson… Unas veces, por los celos atravesados y polvorientos… Otras, por las infidelidades probadas y comprobadas… Otras, por incompetencia social y política… Otras, por aburrimiento matrimonial, quizá, el factor invisible más frecuente… Otras, porque de hartaron de sí mismo… Claro, en el pueblo hay una mujer con diez matrimonios… A tono, digamos, con la frase memorable, citable y bíblica de que “pueblo chico, infierno grande”… Una señora reprochó al marido tantas aventuras… Y el esposito le dijo: “Perdóname… No he madurado”…