Con Durazo Montaño, la traición se paga, pero no se premia
•Reynaldo Escobar
Un buen policía no se improvisa; mucho menos un excelente jefe policiaco, quien como titular de una corporación en la estructura gubernamental de nuestro país deba rendir los mejores resultados al servicio del Gobierno Federal,...
en una entidad federativa o en un municipio, puesto que el buen desempeño policial, se mide por la eficacia para combatir a la delincuencia, sin métodos de fuerza, sino acatando los procedimientos de ley y haciendo acopio de la experiencia obtenida en el trabajo; ya se vio que el Doctor Alfonso Durazo Montaño nunca lo fue.
En teoría el liderazgo policial es reconocido por los miembros de la comunidad a la que sirve; y se distingue de todo el equipo que trabaja en la prevención del delito, por la acertividad, comportamiento y técnicas que aplica aquél valiente que acepta defender con su vida, la vida de los demás. Alfonso Durazo tampoco demostró asertividad y respeto al orden jurídico establecido, puesto que los índices de criminalidad en el renglón de homicidios dolosos, no fueron abatidos, ni siquiera reducidos, durante los casi 2 años en que el Secretario de Seguridad de AMLO desempeñó su función.
Basta con recordar el llamado “culiacanazo”, que colocó contra la pared a la guardia nacional y al ejército, por el operativo en el que se detuvo a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín Guzmán Loera, extraditado y sentenciado a cadena perpetua en Estados Unidos. La liberación de Ovidio ha sido cuestionada por la responsabilidad que ello implica, al encubrir a quienes hayan hecho el favor de soltar al hijo de “el Chapo”, sin descartar al mismo Secretario renunciante.
Durazo Montaño fue Secretario Particular de Colosio; Secretario del ex Presidente Vicente Fox; Diputado Federal y actualmente es Senador con licencia para ser Secretario de Seguridad del gobierno de la 4T; y ahora pretende, abanderado por MORENA, contender por la gubernatura de su natal Sonora.
Mejor ejemplo de un político maromero, saltinbanqui, no puede haber, puesto que el cambio de camiseta partidista del hasta ayer Secretario de Seguridad, ha roto récord entre el número de arribistas que dejando a otros partidos que los cobijaron bajo sus siglas, antes del triunfo de Andrés Manuel, decidieron sumarse al proyecto del líder tabasqueño para enquistarse en las nóminas y manejo convenenciero del presupuesto público que hoy detentan personajes bien identificados por el pueblo, con la traición.