Amuletos y estampitas
•El mejor karma
•La fe mueve montañas...
UNO. Amuletos y estampitas
Desde que AMLO mostró en el púlpito del Palacio Federal que en su carterita trae amuletos y estampitas que la población, dijo, le regala, para blindarlo ante los males del mundo, la práctica tan común se convirtió en un acto de fe y ahora, hasta los ricos y pudientes también las cargan.
Luis Velázquez
Así, la mitad del mundo azteca y la otra mitad busca en los mercados populares estampitas y hasta les ha dado por colgarse los míticos escapularios que las madres solían poner en el cuello de los hijos.
DOS. La virgencita detiene las balas
El día cuando AMLO revelara los amuletos que trae en su cartera, una señora miraba la tele y se preguntó si era cierto lo que el presidente estaba diciendo o se trataba de un gran sentido del humor del tlatoani político del país.
Entonces, recordó que en la guerra de Independencia, los indígenas y campesinos luchando al lado de Miguel Hidalgo y José María Morelos, y que por cierto también se repitiera en el tiempo de la Revolución, colocaron en sus sombreros una estampita de la Virgen de Guadalupe, convencidos de que la morenita del Tepeyac detendría las balas y hasta el disparo de los cañones.
TRES. El Che Guevara vendió estampitas
La creencia religiosa está tan arraigada en el corazón humano que, por ejemplo, cuando Ernesto Che Guevara llegó a la Ciudad de México y andaba desempleado vendió estampitas de la Virgen de Guadalupe en el atrio de la Basílica y así sobrevivió mucho tiempo hasta toparse con los cubanos y alistarse para la revolución en Sierra Maestra.
CUATRO. Madero creía en los médiums
En sus buenos tiempos, David Siles, El che, decía que siempre sacaba “juventud de su carterita” mostrando el billete.
Pero por lo general, en la carterita de todos los hombres suelen meter, claro, unos pesitos, pero también, su credencial del IFE por si las dudas necesitan demostrar su identidad y domicilio, una foto de la persona amada, y unas estampitas y que van desde la Virgen morena hasta la Santa Muerte.
Por eso, AMLO, cristiano evangélico, trae sus amuletos, y si Francisco Ignacio Madero y Plutarco Elías Calles creían en los médiums… ¡qué más da!
CINCO. Muñecas de trapo con alfileres
Las mujeres suelen traer en sus bolsas un montón de cosas, tantas, que si buscan, por ejemplo, las llaves del coche, necesitan vaciar la bolsa para encontrarlas.
Y desde luego y en su inventario también cargan amuletos de la buena suerte. Una amiga, por ejemplo, trae la patita de un conejo, pero también hay quienes guardan en sus bolsas una minúscula muñeca de trapo con alfileres y que representa a una enemiga en la mira.
SEIS. “La fe mueve montañas”
Francisco I. Madero lanzó la candidatura presidencial porque en una sesión espiritista, Benito Juárez se le apareció y le dijo que la buscara para tumbar a Porfirio Díaz y que él mismo, Juárez, sería desde el más allá su coordinador de la campaña electoral.
Exiliado en Los Angeles por Lázaro Cárdenas, Plutarco Elías Calles asistió a una sesión de médiums y su bruja de cabecera le dijo que regresara al país porque la situación política cambiaría a su favor, y aun cuando nunca sucedió, el fundador del partido abuelito del PRI lo creyó a ciegas.
Por eso, y en nombre de la política de abracitos y besitos y del amor y paz, Amlove tiene el derecho del mundo a traer en su cartera sus estampitas y amuletos para librar el Coronavirus.