Fe “a prueba de bomba”
**Creer en algo y alguien
**Fe desmoronada
UNO. Creer en una idea y un amigo
Las personas con mucha fe, fe “a prueba de bomba”, fe más allá de la razón, son admirables.
El hecho de creer en otra persona y/o en varias, en una idea, en una ideología, incluso en un amigo, y, claro, en un jefe político, vaya en un Ser
Superior, digamos, Dios, resulta maravilloso.
Simplemente, porque se cree en ellos más allá de la muerte. Vaya, “hasta la ignominia”.
Más cuando queda claro que la fe tiene razones que la razón, la lógica, la reflexión, la crítica, desconocen.
Más cuando “topan con pared”.
DOS. ¿Fe en políticos?
Se trata, entonces, de un súper poder de la fe.
Una fortaleza extraordinaria quienes la tienen y abrigan y multiplican.
Digamos, con la humildad de Jesucristo.
Desde luego, y a primera vista, los sacerdotes de la iglesia católica y de otras religiones poseen una fe mágica.
Los católicos en el Sumo Pontífice. El obispo. El arzobispo. Los cardenales. Los curas del pueblo.
Los mahometanos en Mahoma.
Los budistas en Buda.
La fe, claro, claro, claro, en la presidenta de la república. La gobernadora. Los alcaldes. Los diputados locales y federales.
TRES. La prueba más alta…
Más, mucho más admirable la fe entre las parejas, conscientes, seguras, convencidas de que nunca, jamás (ni siquiera en la imaginación) se han sido infieles.
Y si alguien por ahí les llega con el chisme, entonces, la condenan y satanizan.
Es la prueba más alta y avasallante de la fe.
Una fe que por añadidura significa el respeto al otro y a los otros y a los demás.
Y a servirles con lealtad perruna.
Incapaces de una traición, “una puñalada trapera”, una conspiración, una alianza con los enemigos, adversarios y opositores.
CUATRO. La fe desmoronada
Lo peor sobreviene cuando cada uno solito se clava la estaca de la duda.
Y de pronto, ¡zas! se comienza a dudar.
¿De veras existe la resurrección? ¿De veras hay vida eterna después de la muerte?
¿De veras te irás al cielo si te portas bien en la tierra y al infierno si te portas mal y te achicharrarás en las llamas al lado de Luzbel?
¿De veras el amigo me extenderá la mano cuando triunfe en la vida?
¿De veras el jefe político me ascenderá luego de tantos años de lealtad perruna?
¿De veras mi pareja me es fiel?
El sicólogo asegura que entonces, la fe se desmorona y se trota sobre un camino lleno de espinas, cardos y abrojos.
Y derecho, derechito al Gólgota, el calvario donde todos los seres humanos estamos expuestos luego de la crucifixión de Jesús en la montaña aquella.
CINCO. Nutrir la fe
Un teólogo habla de la fe racional.
Aquella, por ejemplo, sustentada en hechos reales, concretos y específicos y que, al mismo tiempo, alimentan la fe.
Y la multiplican en las neuronas, el corazón y el hígado humano. (lv)