Perdidas 18 semanas
**Tiempo oscuro jarocho
**Vender esperanzas, ajá
UNO. Muchas mentiras en 4 meses
En cuatro meses y dos semanas de la era Nahle se han dicho muchas, demasiadas mentiras.
En todo caso, excesiva venta de esperanzas.
La mayoría, y dado el pasado, condenados al fracaso.
Pura lengua. Pitorreo. Fanfarronadas.
Hacer creer a la población electoral mundos posibles.
Luego de 79 (setenta y nueve) gobernadores, en Veracruz, seis de cada diez habitantes en la miseria, la pobreza, la jodidez y la migración a Estados Unidos, primer lugar nacional que somos.
La incertidumbre y la zozobra. La inseguridad y la impunidad.
DOS. Edén soñado
Por ejemplo:
“Vamos a erradicar el analfabetismo.
Vamos a erradicar el feminismo.
Vamos a cuidar a las mujeres.
La inseguridad ha bajado muchísimo.
En materia de seguridad vamos bien, muy bien.
Iremos por todos los delincuentes.
Y si por ahí existe violencia son hechos aislados”.
La gobernadora, viajando a Madrid, España, a feria internacional para jalar turismo a Veracruz.
El secretario de Desarrollo Económico inventando girita a Berlín a una feria europea de empresarios para jalar inversión privada.
¡Hosanna, hosanna, un rayito de oro en el cielo jarocho!
TRES. Un infierno llamado Veracruz
En dieciocho semanas, ningún programa de obra pública anunciado y en proceso de construcción.
Menos, mucho menos, la creación de unos empleítos por ahí en las regiones indígenas, campesinas, obreras, suburbanas y urbanas.
Acaso, y en la sección económica los grandes anuncios ofertando fuentes de trabajo.
“Se solicita velador. Se solicita ayudante de cocinera. Se solicita panadero. Se solicita aprendiz de mecánico. Se solicita paseador de perros”.
Caray, los egresados de las universidades públicas y privadas encontrando empleo, si bien les va, con un salario de cinco a seis mil pesos mensuales.
Y a prueba.
Y sin las prestaciones económicas, médicas y sociales establecidas en la Ley Federal del Trabajo.
CUATRO. De pachanga en pachanga
Resulta inverosímil que cuatro meses y una quincena después, la administración pública de Veracruz se haya ido en fiestas.
Cortando listones de ferias aldeanas y pueblerinas.
Coronando a “la flor más bella del ejido”.
Ofreciendo “las perlas de la virgen” como si todavía se estuviera en campaña electoral.
Y cuando, además, van cuatro funcionarios, y de primer nivel, renunciados.
Y con protestas en las calles y avenidas y pueblos y ciudades.
Y reformando la ley para concentrar la obra de infraestructura en la secretaría correspondiente para, entre otros hechos y cositas, manejar el billete público.
CINCO. La nada es nada
Los días y las noches (ya se sabe) se van como agua.
Por ejemplo, dieciocho semanas se han ido en el vacío, en el limbo, en la nada.
Quizá el objetivo superior es otro y el hecho, por ejemplo, de andar de fiesta en fiesta, de girita en girita, de esperanza en esperanza, de reunioncitas en reunioncitas, constituye un elemento distractor.
El resultado es concreto y específico: ejercer el poder y gobernar con sentido patrimonialista.
Los socios. Los aliados. Los cómplices. La familia. Los amigos. Los cuates. Los padrinos. Las madrinas… por delante para escalar al paraíso terrenal. (lv)