Coatzacoalcos: deprime y desconsuela
•Siete ejecutados en los últimos días en plena zona urbana. Coatzacoalcos, de moda entre los narcos... El Ejército Mexicano sitia al llamado Puerto México; de hecho y derecho, un pueblo fantasma...
•El delegado de la SSP es Luis Alberto Barrios, el mismo jefe del Mando Único en el sexenio de Javier Duarte y al mando de Arturo Bermúdez Zurita, “El Capitán Tormenta”.
*Panorama desolador y deprimente: cientos de negocios cerrados, comercios abandonados. La vida nocturna se murió.
*El bulevar, una postal interminable de inmuebles comerciales cerrados en estado desolador por el salitre; decenas de anuncios de “Se renta, se vende”/Noé Zavaleta/Enviado Especial
En Coatzacoalcos aun no amanece. Hace fresco este viernes por la mañana. A tres cuadras de la central de autobuses del ADO, cuatro camionetas artilladas del Ejército Mexicano se agazapan en las afueras de una tienda OXXO. La mitad de los 18 gendarmes toma café, la otra mitad con las armas pegadas al pecho apuntan con la mirada cualquier movimiento extraño. El reloj marca las 6:30 de la mañana. En la zona norte de una de las ciudades del sureste mexicano reina la inseguridad.
La violencia ha vuelto al llamado Puerto México. Doce horas antes, tres personas fueron ejecutadas en el interior de una ferretería en la congregación rivereña de Villa Allende. El empresario ferretero, Eduardo Medina, alias “El Robot”, y dos empleados más fueron privados de la vida; dos personas más saldrían heridas. Por este último “evento de violencia” patrulleros de la Policía Estatal hacen rondines constantes por toda la ciudad.
Una semana antes, en un taller mecánico de la colonia Playa Sol fue asesinado el exagente de Tránsito Municipal, Raúl Báez, quien habría montado este negocio un semestre antes. Ahí, sujetos a bordo de una motocicleta también acribillaron a los jóvenes mecánicos José Manuel Chang, Carlos Herrera Domínguez y Alberto González.
El enviado de Blog Expediente sale a caminar Coatzacoalcos. Dos horas de caminata por la mañana y la conclusión es contundente: La tierra política de la gobernadora, Norma Rocío Nahle García, no está de moda.
El inDrive, Gabriel (taxista pedido por aplicación de teléfono) me confía que ni a “chingadazos” sale por la noche. La vida nocturna se murió desde hace años; me hace un recuento de palapas y bares quemados por el crimen organizado por cobro de piso y extorsión, ante la complicidad de los dos últimos alcaldes que ha tenido MORENA, Víctor Carranza y Amado Cruz Malpica.
“Quemaron la palapa Piquitos, el restaurante Langostinos, la Bocana, el crimen acabó con la vida nocturna… ¿Quién va a querer invertir en un negocio si luego luego te van a caer para extorsionar?”.
En la avenida 16 de septiembre, en pleno zócalo de Coatzacoalcos, hay pequeños comercios y locales que recientemente fueron cerrados. Edificios y cascos de inmuebles con alguna historia con lonas y placas de aluminio en grande: “Se renta”, “se vende”. La economía de Coatzacoalcos está en franca desaceleración.
Recorrer las calles Aldama y Lázaro Cárdenas, muy cerca del bulevar y del centro histórico de Coatzacoalcos, también resulta un tanto deprimente. Edificios abandonados, inmuebles a medio demoler, exresidencias con el letrero de “se vende. Trato directo, acepto propuestas” inundan estos elefantes de concreto. El salitre en los inmuebles -por la cercanía con el mar- les dan un aspecto aún más deprimente.
“A ratos caminas una o dos cuadras y si lo analizas parece un pueblo fantasma… pero éste no es de ahora, tiene diez años que esta así” me dice Rebeca, una empleada de una tienda de conveniencia, quien me dice que entre semana las ventas son muy bajas.
Por el bulevar, el Ejército Mexicano también patrulla. En menos de 24 horas arribará a Coatzacoalcos el gabinete legal y ampliado de la gobernadora Norma Rocío Nahle García y se calculan unos mil acarreados más para escuchar desde el Teatro del Pueblo en el Centro de Convenciones un informe detallado de sus primeros cien días de Gobierno…
Otorgando el beneficio de la duda no se ve por donde, pueda haber buenas noticias para Coatzacoalcos.
El Observatorio Ciudadano de Coatzacoalcos documenta que las colonias más conflictivas de esta ciudad son la Puerto México, la Francisco Villa y la propia zona centro.
El Observatorio Nacional Ciudadano documentó que en noviembre del 2024 hubo 1.45 homicidios por cada cien mil habitantes, en diciembre esa tasa bajo a 1.16; pero los robos con violencia y los robos de vehículo se disparan a 15.34 casos y 10.13 por cada cien mil habitantes.
Ciudadanos de Coatzacoalcos admiten que aunque hoy gobierna Morena y ya no el PRI ni el PAN no hay “cambios de fondo” en la prevención del delito; tanto así que el actual delegado de la SSP en Coatzacoalcos es Luis Alberto Barrios, el mismo que fue jefe del Mando Único en el sexenio de Javier Duarte y al mando de Arturo Bermúdez Zurita, “El Capitán Tormenta”… Pocas cosas han cambiado desde entonces.
Caminar dos kilómetros y medio del bulevar de Coatzacoalcos, desde el Hemiciclo a los Niños Héroes hasta la Pirámide del Malecón, es sólo para constatar que el llamado Puerto México no ha podido reponerse de las dos graves crisis de inseguridad y de dominio del narcotráfico que tuvo en los años 2011 y 2018.: Decenas de negocios cerrados, inmuebles cayéndose, terrenos y locales comerciales que no volvieron a reabrir y que tampoco han podido ser “rentados” o “vendidos” a nuevos administradores.
“Para que voy a volver a Coatzacoalcos si las cosas están de la chingada. No hay empleo, no hay inversión, continua la codependencia del complejo petroquímico Pajaritos y ahora el paternalismo de los programas sociales; no hay otro tipo de ingreso; bueno sí: las divisas criminales” me cuenta por la línea telefónica Miguel, un nativo de Coatzacoalcos que prefiere seguir buscando su destino en Xalapa o en Puebla, porque en su ciudad natal ve pocas oportunidades.
Fernando, otro taxista ya sindical, de los de calle, me recomienda no andar buscando fiesta en la noche, pues anda caliente la cosa: “Mejor cómprese sus cervezas y enciérrese en el hotel. Ya uno no sabe cuando llueven los plomazos”.
Hay 32 grados centígrados de temperatura a la sombra. Un vagabundo toma la siesta en la calle 16 de septiembre, frente a un Oxxo. Con dos bolsas negras de plástico, de esas que se utilizan para el camión de la basura, se tapa la mitad del cuerpo. Con una mano se tapa el rostro y me grita cosas ininteligibles cuando ve que le quiero tomar una foto. Cuatro gatos famélicos, amarillos todos, devoran una bolsa de croquetas whiskas que un buen samaritano les ha comprado en la tienda. Esta postal -pienso- no creo que llegue a mañana. Alguien tendrá que retirar al vagabundo antes que el ejército de Suburban de la gobernadora Rocío Nahle pase por aquí.
Pocas voces mediáticas quieren hablar. Los líderes empresariales no contestan el teléfono, la oposición guarda silencio, los constructores del sur de Veracruz tienen “veladoras prendidas” para ver si les tocarán obras públicas en este segundo piso de la Cuarta Transformación, todos permanecen agazapados y esperando alguna “buena noticia”, mientras tanto no hay rastro alguno que permita decir que Coatzacoalcos, la tierra política de la gobernadora, Rocío Nahle está de moda.