**Amante de los árboles
**Memoria prodigiosa
**Amores nunca olvidados
**Soledad atroz y canija
Francisco Gutiérrez, puerto de esperanza
BANDERAZO DE SALIDA: El señor A. fue siempre un amante de los árboles... Desde la infancia, amor alentado por su padre, campesino... En su casa, ya casado y con hijos, en el patio tenía sembrados cuatro arbolitos de limones... Un aguacate... Un tamarindo... Un ciruelo... Y una plantita de papayas... Pendiente de regarlos en tiempo y forma... Luego, acariciaba con la yema de los dedos las hojas y ramas de cada árbol... Y les platicaba... Incluso, se llevaba una sillita de madera comprada a los inditos en su paso por el pueblo y se sentaba y platicaba con los árboles y las plantitas... Les contaba las horas de su día
Tiempo duro y rudo existió cuando, por ejemplo, sembrado el aguacate enfrente del comedor y la cocina de su casa, las raíces se fueron extendiendo y metiendo a la casa por debajo de la tierra… Y emergiendo al piso… Y de modo avasallante… Y ni hablar, lo necesitó cortar… Y fue dolor canijo…
CURVA PELIGROSA: El señor A. también era campesino, como su padre… Dueño de una parcelita de cuatro hectáreas donde sembraba maíz y frijol para el autoconsumo familiar la mitad y la otra mitad para vender en momentos agobiantes… También sembraba ajonjolí para vender… A mediodía con par de jornaleros solían sentarse a la sombra de un árbol para comer los taquitos fríos y bajarlos con agua… Y a veces, agotados por la chamba en el sur quedaba dormitados recostados en el árbol… Le gustaba abrazarse de los árboles para recibir por ósmosis la química y la savia… La buena vibra… El mejor karma… El súper fario… La energía espiritual para seguir empujando la carreta… Y pateando el balón… ¡Pocos, excepcionales hombres han amado tanto tanto tanto a los árboles como el señor A!... Incluso, se negó a ser enterrado en un féretro de madera… Prefirió la cremación…
AUTOPISTA DEL SUR: Caray, feroz, despiadada, inclemente, la campaña en contra de la actriz española, Karla Sofía Gascón, la protagonista del polémico filme, “Emilia Pérez”… En el penúltimo rafagueo, la Plataforma Netflix la excluyó de la promoción artística… Y ahora, ya se metieron en su vida privada y exhiben a su amante, una mujer… Las buenas conciencias del cine, todo, porque la película “Emilia Pérez” tiene trece nominaciones al Oscar… Y hasta ella como mejor actriz… Todo, que porque antes, mucho antes, ella fue racista… Todo, por vivir al máximo “el amor que no se atreve a pronunciar su nombre”… Todo, porque de pronto, ¡zas!, salió de la nada y descollando… Y más, en el tiempo de la liberación femenina… Caray, hombres y mujeres apretando la Magnum en contra… Y en el tiempo de Donald Trump para quien solo existen dos géneros… El femenino y el masculino…
AUTOPISTA DEL NORTE: Titular en programa televisivo de Rocío Sánchez Azuara: “No me salen las cuentas, pero voy a ser papá”… ¡Ay, la memoria tan prodigiosa y maravillosa!... Sesenta, setenta años después, las personas pueden recordar lo vivido… Vaya, hay quienes recuerdan los detalles del domingo cuando los bautizaron en la iglesia del pueblo… “Veinte y las malas” que todos sin excepción recuerdan el primer deseo… La primera tentación… La primera pasión… El primer amor… La primera relación íntima… Incluso, y más quizá, el primer engaño, la primera infidelidad, la primera deslealtad, la primera traición… Caray, hasta la primera “puñalada trapera” de un amigo… Y si “el hambre da muchas cornadas”, más la memoria… Fascinante el día y/o la mañana cuando, por ejemplo, un chico miró y admiró y quedó embobado con la baba goteando con el primer cuerpo femenino desnudo…
RECTA FINAL: La soledad es atroz y canija… Devora y consume… Aniquila y descarrila… Caray, horas del día y de la noche y en la madrugada cuando llega a desearse el suicidio… Un pensionado, por ejemplo, suele caminar de su casa en el sur de la ciudad jarocha al mercado Hidalgo, en el centro… Y camina ida y vuelta para ganar tiempo al tiempo y ocuparse… Otro pensionado es abstemio, pero sus amigos todavía “suelen empinar el codo”… Y de tarde en tarde en la cantina, en convivencia… Entonces, el abstemio va al bar para estar con ellos… Y únicamente toma una botella con agua… Y alegra las horas con la misma intensidad disfrutada por ellos con el alcohol metido hasta las neuronas y el corazón… Incluso, dichoso y feliz porque lo nombraron “jefe de la Comisión de Arrastre” de todos para llevarlos a sus casas “en calidad de bultos”…
META: Los gatos son, parecen ser, los preferidos por escritores y periodistas… Por ejemplo, Ernest Hemingway, cincuenta gatitos en Finca Vigía en Cuba, a uno de los cuales encaramaba en la mesa de comer y le servía un platito de leche rociado con gotitas de whisky… Julio Cortázar, un gatito en su departamento en París… Carlos Monsiváis, trece gatitos… Uno de ellos, orinando en el saco de Carlos Slim Helú cuando era el hombre más rico del mundo y estaba invitado en la casa del cronista para ver una película con amigos… Ricardo Ravelo, siete gatitos y a quienes suele tocar el piano… Noé Zavaleta, un gatito y al que pasea en los Lagos de Xalapa… El único gran trascendido en la historia con amor a los perritos es el actor y cineasta Emilio “El indio” Fernández… Aquel que en un filme con María Félix le asesta tremenda cachetada y la domina y somete en la relación erótica… Y ella, plena… (lv)