FGE, dos examigos la disputan
Golpe de Tecla/Noé Zavaleta
Los días de Verónica Hernández Giadáns al frente de la titularidad de la Fiscalía General del Estado (FGE) están contados. Lo sabía ella desde diciembre pasado, tuvo su última comparecencia en el mes de enero y tendrá el mes de febrero para dejar -medianamente- todo ...
en orden en la dependencia y en marzo ceder su lugar al elegido para ser fiscal por parte de la gobernadora de Veracruz, Norma Rocío Nahle García.
Sí el panista -hoy morenista- Miguel Ángel Yunes Linares tuvo a su Jorge Wínckler -hoy en prisión en el Altiplano- y si el priista, Javier Duarte de Ochoa tuvo a su Luis Ángel Bravo Contreras y Fidel Herrera a su procurador Emeterio López Márquez, era obvio que Nahle García querrá tener a su propio fiscal de hierro, aquel que sea el abogado y justiciero de los más de ocho millones de veracruzanos.
Sin embargo, si Rocío Nahle hoy tiene un gobierno endeble, con secretarios y secretarias de despacho de bajo perfil académico -muy bajo en otros casos-, nada varía mucho en las dos “barajas” que tiene la zacatecana para ocupar la silla principal de Arco sur: Los abogados Diego Castañeda Aburto y David Agustín Jiménez Rojas.
Los morenistas se encuentran en la recta final para ocupar la silla que dejará vacante Hernández Giadáns; uno se promueve día y noche desde el casi extinto Instituto Veracruzano de Acceso a la Información (IVAI) y el otro desde su curul en el Congreso Local donde -causalidades de la vida- es presidente de la Comisión de Justicia.
Casualidades de la vida, ambos eran muy amigos de un año hacía atrás. Se distanciaron y han sido participes de una cruenta guerra sucia camino a la Fiscalía General del Estado. Que tiempos aquellos cuando uno Subsecretario de Gobierno y el otro Director del Registro Público de la Propiedad se abrían paso en el Gobierno de Cuitláhuac García Jiménez y se tejían negocios lícitos e ilícitos.
A Castañeda y a Jiménez la corrupción les respira por los poros. El que habrá de ser el próximo Fiscal de Veracruz sabe navegar por los entretelones de las componendas políticas; los contratos a modo, gustan de los sobornos o de la confección de las “empresas fantasmas”, esas donde se inflan precios de los diferentes insumos y productos que consume el aparato gubernamental estatal.
Durante todo el tiempo que le quede como diputado local, y sí es que llegara a ser fiscal, a Diego Castañeda lo perseguirán como sombra los negocios que hizo con su primo, Mauricio Gómez Castañeda, ambos empresarios revelación con la razón social “Soluciones y Milagros S.A.S.”, en donde desde una modesta imprenta obtuvieron más de 200 contratos para dotar de diversos insumos sobre todo a la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV).
Dependencia que fue el billete de lotería con “premio gordo incluido” de varios funcionarios cuitlahuistas, empezando por el exsecretario de Educación, Roberto Zenyazen Escobar García.
En el caso de David Jiménez trae cargando en la espalda la Carpeta de Investigación FIM/F8/140/2022 por haber falsificado documentos para despojar a humildes ejidatarios de tierras ubicadas en los municipios de Actopan, Puente Nacional, La Antigua y Alto Lucero, a cambio de millones de pesos.
En el año 2023, y después de comparecer ante la Fiscalía de Investigaciones Ministeriales (FIM), Jiménez Rojas promovió un amparo (157/2023), para así evitar una eventual detención. De llegar David Jiménez a la Fiscalía esa carpeta de investigación se convertiría en papel higiénico y habría de irse por el excusado.
Antes de que la gobernadora de Veracruz, Norma Rocío Nahle y el Congreso Local sea notificados de la renuncia de Verónica Hernández; tanto Diego Castañeda como David Jiménez se encuentran seriamente confrontados por ver quien se quedará con la “joya de la corona” de la impartición de justicia y del presupuesto que hay en FGE el cual ronda para este ejercicio fiscal 2025 los mil, 777 millones, 508 mil 649 pesos. Una partida jugosa que bien justifica la confrontación entre Castañeda y Jiménez.
Mientras Castañeda “se relame los bigotes” y ya se visualiza metiendo de proveedor a “Soluciones y Milagros S.A.S.” en la Fiscalía y potenciarla al infinito y más allá, casi como una comercializadora trasnacional tipo Walmart. Lo propio hace Jiménez a quien se le “desorbitan” los ojos con todos los sobornos y prebendas que -en millones de pesos claro está- podría cobrar a empresarios, poderosos políticos y delincuentes, desde la silla principal de la FGE.
Los diputados que conocen a Castañeda y quienes trabajaron con él en la Secretaría de Gobierno, lo definen como un tipo intrigoso, poco inteligente y que ha escalado sus posiciones en Morena a través de la zalamería. Afectó a cometer errores e endilgárselos a otros, antes de admitir sus pifias.
Quienes han trabajado con Jiménez lo definen como bipolar, con problemas con la bebida, también poco inteligente, afectó a atraer reflectores de la prensa amiga -sí, sólo aquella que lo pueda adular y tratar bien- y qué ante cualquier contratiempo, siempre sale a escudarse con el líder estatal de Morena, Esteban Ramírez Zepeta.
Estás son las dos opciones que tiene Nahle García para ocupar la silla principal de la Fiscalía durante su sexenio. Alguno de ellos, será el elegido para impartir justicia y detener a la delincuencia. Suena a chiste, pero es la verdad.
Twitter: @zavaleta_noe