Todos iguales
**Éxito de una pareja
**Juntos en la vida
EMBARCADERO: La escritora Simone de Beauvoir revela uno de tantos consejos para llevar una vida dichosa con la pareja... “He seguido a Jean-Paul Sartre (y durante cincuenta años) con alegría porque me introducía por los caminos que yo deseaba recorrer”... Otro más: “El me ha ayudado... Yo también lo he ayudado... No he vivido a través de él... Los dos hemos vivido”... Otro más: “Hemos discutido siempre juntos nuestras rutas”
Digamos, el gran principio universal de la igualdad… Una joven señora lo expresa del siguiente modo: “Compañeros en la cama, compañeros en la vida”…
ROMPEOLAS: Se trata, digamos, de tres consejitos simples, comunes y sencillos… Más, en el tiempo de la liberación femenina… Principios rectores: tú me respetas y también yo… Tu me abres camino y yo de igual modo… Tu me apoyas a ser, estar y trascender y yo también… Y desde luego, la advertencia superior: “Tú me eres infiel y yo también”… Una señora, por cierto, dijo a su pareja: “En ningún momento dudo de me andas con otra… Pero agradezco tu discreción”…
ARRECIFES: Indicativa y significativa la madurez humana, moral y social de Beauvoir… Por ejemplo, ellos siempre estuvieron convencidos de la libertad sexual… Y cada uno tuvo amantes… En el caso de Beauvoir, hasta mujeres… Incluso, las amantes, sus alumnas en la universidad, fueron amantes de Sartre… Es más, una que otra ocasión, cada uno con su amante, compartían hasta vacaciones… Todavía: uno al otro se otorgaban permiso (y sin reproches) para viajar a otro país a pasarse un tiempo (largo tiempo hasta de más de un año) con el amante en turno… Luego, extenuado el encanto de la aventura íntima, los dos, Beauvoir y Sartre, seguían viviendo juntos…
ASTILLEROS: Más aún: en el último capítulo de su vida, Sartre, enfermo, listo para morir, vivía en el departamento de una chica, su Lolita en turno… Y en cada amanecer y anochecer, la Lolita avisaba a Beauvoir, el estado de salud de Sartre… El escritor del existencialismo murió en un amanecer… Y avisó a Beauvoir… Y ella llegó al depa para atender los pasos del sepelio y el funeral… Juntos, cada uno escribía sus libros… Y nunca los celos… Tampoco la innecesaria discusión de si Sartre influía en Beauvoir para escribir mejor… Fue, por cierto, el mismo caso de cuando la escritora y cronista Martha Gellhorn fue pareja de Ernest Hemingway… Y por más y más que los periodistas de la época aseguraban la influencia literaria de Hemingway, nunca ella lo aceptaba…
PLAZOLETA: En el tiempo de la liberación femenina (quizá hoy en el peldaño más elevado de la vida pública), la igualdad en una pareja de novios, esposos y amantes constituye el punto de referencia… En todo caso, el principio rector desde los orígenes donde Eva y Adán fueron iguales… Y cuando con todo, Jesús encumbró a María Magdalena como la apóstol número trece… Y el coro celestial empezó a llenarse de mujeres santas…
PALMERAS: De entrada, una pareja es una pareja… Uno y otro empalmados… Y juntos empujando la carreta y pateando el balón y remando la canoa en cada amanecer y anochecer… Y el día cuando, digamos, alguien por ahí cometa una raspadura… Y nada pase… Y otra raspadura, y ninguna parte intente “aclarar paradas”… Y otra más, sin mayor trascendencia… Entonces, el día de la ruptura se aproxima… Vientos anunciando el torrencial huracanado… (lv)