Antes, mucho antes incluso, Veracruz liderando los embarazados y abortos infantiles.
Incluso, por eso mismo, todo indica, la Legislatura despenalizó el aborto en Veracruz.
Y de ñapa, el visto bueno para que la secretaría de Salud autorizara a los hospitales y clínicas aplicar el aborto y a lo que, y de acuerdo con las versiones, se han negado quizá, quizá, quizá por temor a la iglesia con una excomunión.
El caso es que sea primer lugar o tercero, como se afirma, en el Estado jarocho (aquí de cara a la brisa del Golfo de México y a las fiestas populares y religiosas de pueblo el pueblo), el primer deseo, la primera pasión, el primer amor siguen desempeñando papeles estelares.
Incluidos, desde luego, los suicidios por amor como el último en la ciudad jarocha donde un chico de la unidad habitacional, Río Medio Segundo, se ahorcó de un árbol por una decepción amorosa.
Y a sus pies dejó un avisito parroquial: “Te amo Farid”.
Asuntos de familia los embarazos y los abortos…
Asunto del Estado…
Asunto de la iglesia…
Asunto de los profesores en las escuelas primarias y sanitarias…
Asunto del DIF estatal y los municipales…
Asunto de las ONG y activistas…
Asunto de la educación sexual oficial…
Asunto de los estudiantes de las Facultades de Medicina en el servicio social…
Asunto de la educación sexual a los menores, incluidos los alumnos del quinto y sexto año de primaria con el conocimiento del aparato reproductor…
Asunto de todos, pues, la orientación y la reorientación sexual para disminuir hasta donde humanamente es posible los embarazos infantiles y los abortos.
Está claro:
El despertar sexual es contundente.
Y con frecuencia, por lo regular, demostrado está que las menores tienen mayor confianza con las amigas de su edad que con los padres y las hermanas mayores y las maestras.
De pronto, ¡zas!, la pasión se atraviesa en un bailongo por ahí, un fin de semana en la casa de una amiga, una tarde en la playa, una excursión, y las menores se embarazan.
Y si es posible, todos a correr.
Por el contrario, la chica embarazada “aguantando vara” en caso de que el chico se haga occiso y omiso.
La vida biológica, pues, pendiendo de un hilo.
Indicativo y significa en un Veracruz con los siguientes premios:
Primer lugar nacional en femicidios.
Uno de los primeros lugares en mujeres desaparecidas.
Y quizá ultrajadas.
Asesinadas.
Sepultadas en fosas clandestinas.
La trata de blancas.
La prostitución femenina.
Y el embarazo de niñas y en ocasiones, el legrado.
Y aplicado por “comadronas” con el riesgo de perder la vida.

II (Tarea de los padres)

Desde luego, la tarea superior es de los padres.
Tanto en la formación de las hijas como de los hijos.
Y sin caer en moralinas y “golpes de pecho” ni en el Sermón de la Montaña ni en el desván sicológico, la educación y la firmeza en los principios, los ideales, los valores, las costumbres, los hábitos, depende cien por ciento de los padres.
Está claro:
La inversión más importante en la vida de una madre, un padre, está en los hijos.
Tanto para cursar el sistema básico hasta la universidad y de paso (si es posible) posgrados como en la educación (o formación) moral de todos y cada uno de ellos.
Allá, digamos, los pueblos civilizados, donde los padres permiten que los hijos tengan relaciones sexuales a la primera oportunidad y hasta de unos 18 años vivan aparte con su pareja en turno para ver si se entienden y comprenden y toleran y luego el siguiente paso del matrimonio.
Allá los hijos liberados, ajá, para la aventura sexual y hasta intercambiando pareja y formando tríos y cuartetos.
Incluso, cientos, miles de casos donde con todo y principios, la tentación corpórea resulta más efectiva que un mandamiento de la Ley de Dios.
Y en un desliz, ni modo, la chica queda embarazada armándose el debate familiar para definir si casan a los hijos o apuestan la vida a un aborto.
Incluso, y si son menores de edad, si cada uno sigue viviendo con su familia.
De por medio, el ideal de la vida y entrar vestida de novia a la iglesia.

III (Las buenas conciencias…)

De acuerdo con Equifonía, en tres años en Veracruz dejaron dos mil 51 menores embarazadas.
Es decir, unos 683 embarazos por año, aproximadamente.
O sea, unos 56, 57 por mes… en los doscientos doce municipios del estado jarocho.
Así, a la luz de la aritmética sexual, se ignora si la estadística sea en verdad alarmante.
O, en contraparte, se trate de un hecho normal, lógico, obvio.
Las buenas conciencias bien pueden emitir su dictamen.