Gloria eterna a su Majestad: El Taco
I (Feria del taco en Xalapa)
Gloria eterna a su Majestad: El Taco.
Los tacos callejeros. Los tacos en la fonda del mercado. Los tacos en casa. Los tacos en las fiestas. Los tacos en la madrugada luego de borrachera. Los tacos en el cumple de los niños. Y de las parejas.
Luis Velázquez
“Veinte y las malas” que el primer banquetazo de La Malinche a Hernán Cortés fueron unos tacos y con tortillitas echadas a mano. Y con maíz blanco.
Incluso, mientras mamá Carlota prefería los pambazos de Xalapa y para lo que solía enviar un mensajero, Maximiliano de Habsburgo se retocaba de tacos en Cuernavaca cuando visitaba a su amante, una chica indígena de veinte años, bonita y preciosa, y con quien procreó un hijo.
Nada encantó a los lugartenientes de Hernán Cortés cuando llegara a Cempoala con el Cacique Gordo como el festín de tacos que les sirvieran sus cincuenta efebos.
El Taco, pues, como una institución sacrosanta, a la altura, digamos, de Miguel Hidalgo y José María Morelos.
Por eso, la alegría con que en Xalapa, la capital, esperan el Día del Taco.
Será los días 30 y 31 de marzo.
En el parque Juárez.
Sesenta taqueros, sesenta expositores, por lo pronto, anotados.
Listos para ofrecer los sabrosísimos tacos de su especialidad.
Feliz y dichoso cuando Javier Duarte, gobernador, comía tacos en la avenida Las Américas, de Boca del Río, acompañado de la diputada local, Anilú Ingram Vallines.
Un compañero reportero, por ejemplo, suele atragantarse con quince tacos y de una sentada (o parada) en el puesto callejero.
Y, claro, con par de refrescos de cola.
El Taco, además, genera muchos empleos. Seguros y firmes. Inalterables.
Quizá ninguna otra actividad comercial e industrial produce tantas fuentes de trabajo como una Taquería.
Es más, en algunas taquerías hay tres auxiliares preparando los tacos.
Uno más, sirviendo los refrescos.
Otro más, pendiente de las servilletas.
Otro más, para llevar tacos a domicilio.
Tres más, en la cocina preparando más carne y tortillas.
Y otro más, en la caja.
Tan bien les va que, con frecuencia, hay empleados que de plano se independizan y ponen otra taquería enfrente.
Y si el puesto aquel se llama, por ejemplo, “El Taco de Oro”, ellos le ponen “El Taco de Oro II”.
Honor y gloria a los tacos.
Caray, ante la falta de tacos y dado que la comitiva pasó frente a Rinconada, el presidente Luis Echeverría Álvarez ordenó detenerse para saborear las garnachas del pueblo.
Con todo y que era un deportista consumado.
Pero, bueno, un poquito de grasa cualquier cuerpo humano lo acepta sin chistar.
Tiempo aquel, además, cuando en la noche septembrina, doña María Esther Zuno de Echeverría ofrecía en Palacio Nacional banquetazo de tacos y antojitos anexos y conexos con horchatas y aguas frescas.
II (Panza cervecera y panza taquera)
“El Día del Taco” en Xalapa bien pudiera, digamos, extenderse en los cuatro puntos cardinales de Veracruz.
Caray, en Poza Rica, en el tiempo de Alfredo Gándara Andrade como presidente municipal, existía un puesto de tacos en una colonia popular y su leyenda en el carrito era la siguiente: “Esta taquería pertenece a la Federación Internacional de Taquerías”.
Vitamina “T” (tacos, tostadas, tlayudas, gordas, picadas, etcétera), el taco ha creado y recreado otra leyenda más: “Tienes una panza taquera” suele decirse a los cuates y de paso para significar que también tienen “una panza cervecera”.
Incluso, y como dicen por ahí, bastaría con mirarse de lado y desnudo frente al espejo para apreciar la forma caprichosa que la panza taquera ha tomado.
Por eso, en el siglo pasado, el caricaturista Rius escribió un libro intitulado del siguiente modo: “La panza es primero”.
Gratitud eterna, pues, a su Majestad El Taco.
Y quien nunca, jamás, jamás, jamás, en la vida no haya participado en una taquiza “que tire la primera piedra”.
III (¡Qué sirvan igual para todos!)
Puebla es famoso por los camotes.
Sinaloa por “El chapo”.
Oaxaca por Benito Juárez García y Porfirio Díaz Mori.
Tamaulipas por el infierno narco.
Oaxaca y Chiapas por los indígenas.
Veracruz bien podría ser famoso por su Vitamina “T”:
Tacos.
Tamales.
Gordas.
Picadas.
Y tostadas.
¡Viva el Taco, señoras y señores!
¡Y porfis, que sirvan la segunda tanda, para todos, igual!