Hacia finales del siglo pasado, “El chupa-cabras” entró a la competencia, pero asustaba de noche y de día.
Y en todos los pueblos de la república.
Antes, mucho antes, los ministros de Dios sembraban el caos y el pánico con el diablo. Si te portas mal, te diablo se te aparecerá decían los sacerdotes.

DOS. El Chucky en acción

Ahora, caray, y como en Monclova, Coahuila, la semana anterior, un ladronzuelo multiplicó el miedo “y el miedo al miedo” con “El Chucky”, un muñequito diabólico y perverso.
Además, el malandro le colocó un cuchillo en el estómago y así lo mostraba a las personas que intimidaba para el robo advirtiendo que si se portaba mal entonces terminarían apuñalados.
En su momento fue detenido.
¡Ah!, en el siglo pasado de pronto, en la Ciudad de México empezaron a vender máscaras con la cara de Carlos Salinas de Gortari, las orejas grandotas y la calva pelona y servían para asustar a los ancianos, los niños y las mujeres.

TRES. Máscaras de Cuitláhuac

Por fortuna, el sacerdote José Alejandro Solalinde se anticipó a los conservadores y en la navidad del año 2018, AMLO recién elegido presidente de la república, llegó a una posada cargando un Niño Dios con la cara de Andrés Manuel López Obrador.
Entonces, AMLO, purificado como pastor de masas y de almas civiles frustrando todo intento de mascarear su rostro y venderse tipo las máscaras de Carlos Salinas.
Pero dadas las circunstancias en Veracruz (feminicidios, secuestros, extorsiones, desaparecidos y fosas clandestinas) los malosos bien podrían vender en el crucero de la avenida máscaras con la cara del góber jarocho para, digamos, intimidar y asustar a los ciudadanos de a pie y motorizados.

CUATRO. El ovni jarocho

A lo más que podría aspirar Sergio Gutiérrez Luna, diputado federal por el Estado de México, sería a que su cara fuera vendida con la máscara de un ovni.
Y, claro, con la anuencia y bendición superior de Jaime Maussan.
Más ahora cuando le abrió la puerta al Congreso de la Unión para, entre otras cositas, legalizar los ovnis en la república amorosa y humanística, luego de que la NASA de Estados Unidos validara la existencia de tales seres extraterrestres.

CINCO. Máscaras de ex presidentes de EU

Nadie puede dudar de que con “El Chucky” convertido en máscara para robar como en el caso de Monclova, los ladronzuelos están llenos de imaginación.
Caray, aquel filme cinematográfico de Estados Unidos donde un quinteto de asaltantes de bancos se disfraza con la máscara de cinco presidentes de la república de la nación más poderosa del planeta.
Y, claro, se vuelven invencibles, inderrotables, cuando en la vida real pasan como unos chicos aficionados a las olas del mar donde juguetean como extraordinarios trapecistas.

SEIS. Escafandra con Cri-Cri

Y ni se diga los enemigos de uno que otro héroe de los comics como Superman y Batman, todos disfrazados con máscaras.
El Llanero Solitario con su Toro prefirió ponerse una máscara para defender a los pobres de igual modo como también la máscara de “El Zorro”, interpretado en el cine por el español Antonio Banderas.
El colmo sería, gran sorpresa, que aparecieran unos ladrones con la máscara, por ejemplo, de Gabilondo Soler, el grillito cantor, y/o con la máscara de Agustín Lara. Incluso, la máscara de Salma Hayek.