cuando un soldado español fue abatido por las balas.
Él: en medio del quebranto y el desaliento, le gritaba: “Lucha por tus principios”.
Ella: quedaba azorado mirándolo teclear sin reposo hasta escribir mil palabras diarias.

DOS. Contar historias

Él: escribiendo y escribiendo en la habitación de un hotel.
Ella: encerrada en otra habitación del hotel también luchaba contra las letras y las palabras para escribir la crónica como enviada especial de su revista.
Él: dice a ella en la intimidad del tálamo que los mejores escritores son unos mentirosos.
Ella: se deslumbra con las historias contadas.
Él: le acaricia en el pecho, el estómago, la espalda, las nalgas, las piernas, luego de hacer el amor.
Ella: se siente más amada que nunca. Y sonríe dichosa y feliz.

TRES. Cuerpos alcoholizados haciendo el amor

Él: toma el fusil y se une al ejército español olvidando que es un reportero.
Ella: descubre entonces que lo desea y ama más que nunca con todo y que sigue casado con su segunda esposa.
Él: pelea contra el escritor John Dos Passos sobre el compromiso literario, periodístico, social y político y ambos escritores manotean y gritan.
Ella: lo miran en silencio y escucha y calla y le otorga la razón.
Él: es un toro alcoholizado y al mismo tiempo, un toro erótico, casi casi “un león para el combate”.
Ella: también se alcoholiza y es “como una paloma para el nido”.

CUATRO. Clive Owen y Nikole Kidman

Él se llama Ernest Hemingway y el filme cinematográfico es parte de su vida y está interpretado por Cliven Owen.
Ella se llama Martha Gellhorm y la película es parte de su vida y la interpreta la actriz Nikole Kidman, entonces, en la plenitud de su tiempo actoral, joven, bella, guapa, atractiva, seductora, inteligente, talentosa.
El filme se llama “Hemingway y Gellhorn y está en HBO y constituye una delicia mirarla y admirarla.
Hemingway: el León Tolstói de América Latina. Gellhorn: la mejor cronista norteamericana de su tiempo.
La vida de un par de periodistas y escritores que vivieron la vida de una forma intensa y volcánica, con el acelerador metido hasta el fondo, atrapados por el deseo, la pasión y el amor, hasta que, ni modo, una cuarta mujer se atravesó en la vida de Hemingway y la ruptura con ella.

CINCO. La página en blanco

Él: compró la hacienda Finca Vigía en Cuba, que a ella le gustaba.
Ella: llenó Finca Vigía de gatos que él adoraba.
Él: escribía desde las 6 de la mañana mil palabras por día.
Ella: dormía hasta las doce del día y de ñapa preguntaba la hora.
Él: solía emborracharse con ella hasta las 2, 3, de la madrugada y a las seis horas se levantaba a teclear.
Ella: con la página en blanco en su máquina portátil de escribir.

SEIS. “Yo prefiero pecar”

Él: terminaba de escribir y le hacía el amor.
Ella: en medio del placer exclamaba: “Vivo la vida perfecta a tu lado”.
Él: la adoraba.
Ella: también lo adoraba, pero al mismo tiempo recordaba que José Stalin está matando mucha gente en Rusia y necesitaba agarrar camino.
Él: se divorció de su segunda esposa para casarse con ella.
Ella: fue categórica: “Yo no quiero casarme contigo. Prefiero pecar y vivir libremente”.
Una leyenda llamada Ernest Hemingway.