Presos inocentes
**Inocentes presos
**Amnistía, ley muerta
UNO. Presos inocentes
Hay en Veracruz unos seiscientos ciudadanos privados de su libertad, confinados en las cárceles, aislados de sus familias, porque cometieron “un delito de lesa humanidad”.
Que el ultraje y el agravio a policías, cuando el delito inventado
Luis Velázquez
por el góber obradorista fue derogado por la Suprema Corte de Justicia.
Y en reciprocidad sus asesores jurídicos inventaron otro delito más o menos parecido.
Pero también hay unos seiscientos indígenas presos, muchos, muchísimos por robar una gallinita, un pollito, para llevar en medio de la miseria y la pobreza el itacate a casa.
Son los presos de Míster García (el góber) en el tiempo de los derechos humanos.
DOS. Amnistía ultrajada
Es el único delito cometido por todos ellos. Y todos son tratados peores, mucho peor que los carteles y cartelitos.
Más, por la siguiente circunstancia:
Hay en Veracruz, como en el resto del país, la ley de amnistía que permite la libertad para las personas que cometieran, digamos, un delito menor.
Pero como el autoritarismo y la ley no escrita de “Aquí mando yo” se atraviesa, todos ellos continúan presos.
En casi cinco años de gobierno de la 4T en el Estado jarocho, nunca la voluntad humanística y solidaria para aplicar la amnistía a todos ellos.
TRES. Pobres y en la cárcel
Están presos, y en el caso de los indígenas, porque la miseria, la pobreza, la jodidez, los pichurrientos salarios de hambre como jornaleros, el analfabetismo y/o la educación primaria inconclusa, los llevó a robar una gallinita para comer en casa.
Y están presos en el caso de los ciudadanos por defenderse quizá, quizá, quizá, de los abusos policiacos.
Y como los policías son autoridad y sus jefes policiacos y políticos los aprueban y avalan y defienden, ni modo, “la cuerda siempre suele romperse por lo más frágil y delgado”.
CUATRO. Fiebre sucesoria
El país y Veracruz han entrado a la fiebre sucesoria. Incluso, la zacatecana Rocío Norma Nahle García anda en precampaña electoral partidista. Y se ha destapado como candidata de MORENA a gobernadora.
Entonces, de aquí pa’el real, menos, mucho menos interesara ni ocupara a Míster García ordenar revisen el caso de los seiscientos ciudadanos presos por ultraje a la policía y los seiscientos indígenas presos por robar un pollito.
Y ver, cavilar, sopesar, en todo caso, si la amnistía procede.
CINCO. Desdén por indígenas
La amnistía lo avala. Pero todo depende de la voluntad humana, solidaria, generosa, católica y apostólica de Míster García para actuar.
Y en los cinco años que están por terminar nunca ha expresado la voluntad.
Bastaría referir que únicamente en dos, tres ocasiones, y obligado por las circunstancias, ha estado en una región indígena cuando, caray, Veracruz está habitado por un millón de paisanos en las ocho regiones étnicas.
Una, en Soledad Atzompa, cuando los indígenas lincharan a seis secuestradores. Y eso, varios días después y acompañado de veinte patrullas y un helicóptero… por si las dudas, ajá, lo fueran a linchar.
Y la otra, cuando los indígenas de Soteapan tomaran la presa Yuribia y les dijera que la liberaran porque se los pedía un indito como ellos llamado Cuitláhuac.
SEIS. 4T al desnudo
Está claro: al góber le valen los mil doscientos ciudadanos presos. Muchos, de seguro, muchísimos, inocentes.
Tampoco el caso ha interesado al gabinete legal y ampliado.
Caray, ni tampoco a la directora de Asuntos Indígenas.
Así, tal cual, gobiernan las tribus guinda y marrón.
Ambos casos exhiben y desnudan su formación política, cívica y humana.