Pero… y entre otros pecadillos, los siguientes:

PASAMANOS: 1) Juárez se reeligió durante quince años consecutivos como presidente de la república.
Vaya, los hombres de la Reforma, “aquellos parecían gigantes” (Ignacio Ramírez, Ignacio Manuel Altamirano, Francisco Zarco, Manuel Payno, Riva Palacio, etcétera) le renunciaron uno tras otro con su dictadura que iniciaba.
Y volvieron al periodismo. Y ejercitaron un periodismo crítico a Juárez.
Y Juárez nunca se fue ni despotricó contra ellos.
2) El primer acto de gobierno de Juárez como presidente fue otorgar cargos públicos a sus tres yernos.
Caray, el único hijo de Juárez, Benito II, fue diputado federal con Porfirio Díaz Mori, el dictador durante treinta y tres años.

CORREDORES: 3) Antonio López de Santa Anna vendió parte de la frontera norte a Estados Unidos en aquel tiempo de guerra a través del Tratado de la Mesilla, pactado el 31 de diciembre del año 1853.
Pero “Benito Juárez fue más traidor al declarar el Tratado de la Mesilla como legítimo y conveniente para México, puesto que fundándose en él hizo entrega de la nación” a EU. (Carlos Pereyra, México falsificado).

BALCONES: 4) Juárez, cierto, separó el Estado de la Iglesia. Y expropió los bienes materiales eclesiásticos para el destino social. El asunto lo llevó Ignacio Ramírez, El Nigromante, Ministro de Justicia y Asuntos Religiosos.
Pero… Miguel Hidalgo y José María Morelos hablaban de separar el Estado de la iglesia y criticando con severidad a las elites eclesiásticas de la Nueva España.
Tan poderosas que eran…, pues en tiempo de crisis económica, la cúpula religiosa de entonces prestaba dinero al gobierno para salir del atolladero.
5) Soberbio, Juárez menospreció a Porfirio Díaz Mori, el héroe con Ignacio Zaragoza de la batalla de Puebla.
Porfirio Díaz le guardó tanto resentimiento que Juárez arrepentido le ofreció la vicepresidencia y Díaz Mori la rechazó.
Y desde luego, se le fue encima.

PASILLOS: 6) Durante quince años, Juárez se reeligió. Y si dejó el poder político (“El hombre es nada. El poder es todo” decía Antonio López de Santa Anna) se debió a que le atravesó una angina de pecho.
Y como entonces era una enfermedad fatídica, la angina de pecho se lo llevó a la tumba.
Y Juárez se salvó de volverse más dictador que su paisano, Porfirio Díaz.

VENTANAS: Pero, bueno, si en los seres humanos hay luces y sombras, más sombras que luces, Juárez está colocado en “el altar de la patria” desde el tiempo priista.
Y AMLO, soñando, creyendo, mejor dicho, que ya lo trascendió como también trascendió a Miguel Hidalgo, Morelos, Francisco Ignacio Madero y Lázaro Cárdenas.
Cleopatra, la faraona de Egipto, aseguraba que el pueblo necesita un templo para adorar a sus dioses.
El templo y púlpito de “La mañanera”. Las fotos del quinteto de héroes patrios de AMLO, presidiendo cada día.
Enloquecido con el poder, el emperador romano, Julio César se construyó una estatua como un dios y la colocó en el centro de un templo.
“Hay días cuando me siento dios” exclamaba Calígula.