Entonces, mirar en los demás a gente sospechosa, rostros patibularios que miran y contemplan.
El horror vivido con más de siete mil cuatrocientos desaparecidos y el campeonato nacional en feminicidios y fosas clandestinas cotejado con el horror que amenaza con llegar.

PASAMANOS: ¡Ay de aquellos ciudadanos de a pie y población electoral que el primero de diciembre del año 2018 cuando tomara posesión creyeron en el discurso de Cuitláhuac N.!
Aquel discurso de que en dos años pacificaría Veracruz, en tanto, cuarenta días bastaron a Fernando Gutiérrez Barrios para acabar con los carteles de entonces, la herencia fatídica de “La Sonora Matancera”.
Así, Cuitláhuac y de un año a otro hasta llegar ahora con cuatro años y un semestre recorrido del sexenio se convirtió en un mentiroso tipo Pinocho.

CORREDORES: Y de ñapa, insólito pero cierto, predicando en el palenque público que Veracruz es un pueblo feliz.
Feliz, claro, el góber con su festival de salsa, danzón y huapango.
El espinazo de la historia con la 4T son los rostros polisémicos de Veracruz:
De la gloria al infierno.
De la claridad de los días a los días oscuros y convulsionados.
La noche turbulenta de Veracruz con los feminicidios.
Veracruz, hundiéndose en el abismo social.
Por fortuna, Cuitláhuac con Rocío Norma Nahle García para gobernadora (¡Ay, la Ley Nahle!) y con Sheinbaum para presidenta de la república.
Lo dijo la Senadora Olga Sánchez Cordero, maestra jubilada de la UNAM y magistrada jubilada de la Suprema Corte de Justicia:
“Moriré tranquila con una mujer como presidenta de la república”.
Cuitláhuac, entonces, en las grandes ligas de la política nacional.

BALCONES: Pero en Veracruz, los ciudadanos de a pie, las familias, los hogares, la población electoral cada vez más jodida.
Uno, la inseguridad. Dos, la impunidad. Tres, el desempleo. Cuatro, el subempleo. Cinco, los salarios de hambre. Y seis, la migración y que suele llevar a la desintegración familiar cuando el padre parte a Estados Unidos y allá se topa con nueva pareja y procrea más hijos y se olvida de la familia dejada en Veracruz.

PASILLOS: Grave el desempleo. Más, cuando la 4T en Veracruz está señalada por la secretaría de Trabajo federal y el Seguro Social de que la tribu gobernante local es la única en la república incapaz de recuperar los empleos perdidos en el tiempo del COVID.
Más la recesión, claro. Y la inflación descarrilada.
Gravísimo el subempleo y los salarios de hambre.
Terrible, inverosímil, los 550 (quinientos cincuenta) mil (otros dicen que 600 mil (seiscientos mil) habitantes de Veracruz que no saben leer y escribir.
Peor la calidad educativa de Veracruz en el sótano nacional.

VENTANAS: Pero más dura y ruda la incertidumbre y la zozobra.
Los días sobresaltados en materia de seguridad.
¡Ay, la hermosa provincia mexicana!
¡Ay, la noche tibia y callada de Agustín Lara transfigurada en el infierno!
Pero mientras los días y noches parecieran un camino al Gólgota lleno de espinas y cardos para los ciudadanos, bendito el Ser Superior que Cuitláhuac tiene su palacio de salsa y suele boletinar sus fotos en redes sociales bailando con sus amigas, dichoso y feliz el góber obradorista.