Ellos “hacen y deshacen” como dueños, jefes máximos, de la parcela estatal llamada Veracruz.
Un infierno llamado Veracruz.
Por ejemplo:
El martes 16 de mayo cinco cadáveres fueron localizados hechos pedacitos como trozos de carne de vaca, en el congelador de una vivienda en la calle Mango número 403, en la Colonia Chapultepec en Poza Rica, y en donde gobierna un Siervo de la Nación de MORENA, la 4T y la purificación moral.
Quince paquetes con carne humana acomodados en el congelador.
Un congelador grande, claro, más allá de un simple refrigerador casero.
Pero de acuerdo con el trascendido fueron acomodaditos ahí el domingo 14 de mayo.
Cinco personas, aprox., secuestradas.
Desaparecidas.
Asesinados.
Despedazadas.
Acomodados en paquetes.
Y luego, instaladas en el congelador.
Bolsas de plástico color negro atadas con cinta canela.
Helados los cinco cadáveres.
Al parecer, los cinco, hombres.
Y todos, jóvenes.
Los malos utilizaron machetes, morunas, para volverlos cachitos.
Antes, mucho antes, por ejemplo, en el Duartazgo, tiraban los cadáveres en bolsas negras y en pedacitos en canales de aguas negras.
Al fondo de un barranco.
En ríos y lagunas.
Ahora, en un congelador.
Señal inequívoca de que se trata de una de las peores masacres en el Estado de Veracruz y en donde de acuerdo con la ONU, Organización de las Naciones Unidas, van siete mil cuatrocientos desaparecidos y 647 (seiscientas cuarenta y siete) fosas clandestinas.
Sólo queda, caray, y como en la novela “La mala hora” de Gabriel García Márquez con el tiradero de volantes anónimos debajo de las puertas de las casas en el transcurso de las noches salir huyendo de Veracruz antes de que el destino fatídico alcance a todos.
Pronto, quizá, la autoridad estatal dirá (y como siempre) que se trató de un ajuste de cuentas más en un Veracruz donde el señor Cuitláhuac N. aseguró meses anteriores que por ningún motivo permitiría “más ajustes de cuentas”.

II (Detectives investigan, ajá)
Ha de saberse que la Policía Ministerial inició una carpeta de investigación por homicidio doloso.
Y que los detectives de la Fiscalía General “investigan el caso”.
¡Hosanna, hosanna, repitiendo la misma cantaleta y estribillo de siempre!
¡Aleluya, aleluya!
La vida llena de sobresaltos como, por ejemplo, y guardada toda proporción, la maestra Yoanna R. R., de veinte años de edad, que en un kínder de la colonia jarocha, Rodríguez Huerta, en el poblado de San Julián, abusó de una niña.
Y abusó de ella... en el mismo kínder.
Ya está capturada y sujeta a un proceso penal por pederastia agravada.
Pero... el hecho ya fue consumado.
Tan grave, entonces, el ultraje de la profe de kínder como los cinco cadáveres descubiertos en el congelador de una casa en Poza Rica.
Días convulsivos, torrenciales, abrumadores.
El “Amaos los unos a los otros” en el fondo del precipicio religioso, social y político.
El mandamiento de “No matar” refocilado en las neuronas y el corazón y el hígado de los malandros.
Y en contra de la población civil.
Saña y barbarie total y absoluta:
A: Los cinco jóvenes de Poza Rica plagiados.
B: Desaparecidos.
C: Asesinados.
D: Despedazados.
E: Acomodados en bolsas negras.
F: Abandonados en el congelador de una casa.
Cada uno de los seis pasos anteriores zambullendo la casa en una pesadilla inacabable.
La secretaría de Seguridad Pública proclamando su verdad en el palenque público:
“Todo está bajo control”.
La Fiscalía General con su verdad bíblica: “No a todos se les puede tener contentos”.
El góber de la 4T: “La violencia va a la baja y en caída libre”.
¡Ay, si Benito Juárez García no hubiera muerto!
Pero, bueno, más, mucho más se gana enviando operadores al Estado de México para la campaña electoral de la profe Delfina Gómez a gobernadora.
Y más se gana con el plantón de las tribus jarochas de la 4T ante la Suprema Corte de Justicia declarando a los magistrados “corruptos y corruptazos”, traidores de la patria, enviados del mal, sacrílegos, vendepatrias...