Incluso, y como escribiera el reportero, Raymundo Riva Palacio, “se inclinará por quien crea que podrá mangonear al terminar su mandato”.
Y de acuerdo con los expertos, y por ahora, ninguna duda de que la favorita es Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Tanto que, por ejemplo, la fama pública de que la esposa y los tres hijos mayores de AMLO miran con simpatía y preferencia a Sheinbaum.

DOS. La Copia Xerox

Sheinbaum se ha vuelto una copia Xerox de AMLO.
Por aquí el presidente acuña frase bíblica y adopta nueva defensa de las decisiones en la 4T y rafaguea a los enemigos y adversarios, en automático, antes de que el gallito bíblico cante tres veces, la jefa de Gobierno en la Ciudad de México está reproduciendo su nueva postura.
Los expertos aseguran que Sheinbaum se ha vuelto la más mimética de las tribus gobernantes de MORENA calcando a AMLO en todo.

TRES. Leal al obradorismo

Con todo y su trayectoria pública como académica y dirigente estudiantil y jefa máxima de una tribu, Sheinbaum ha convencido a AMLO y su familia de que será cien por ciento leal al obradorismo.
Casi casi, Emilio Porte Gil, Abelardo L. Rodríguez y Pascual Ortiz Rubio con Plutarco Elías Calles, pues el cuarto presidente impuesto, Lázaro Cárdenas del Río, le salió rezongón y lo exilió a Los Angeles.

CUATRO. El Plan B

Luego de Sheinbaum, y si se desplomara, digamos, en la dichosa encuesta partidista, el Plan “B” de AMLO es su paisano, el tabasqueño Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación.
Vieja, antigua, deuda moral de AMLO con el padre y la madre de Adán Augusto, pues en Tabasco vivió en la casa de ellos.
De ahí pa’lante, la duda de que Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Relaciones Exteriores, y el senador Ricardo Monreal Ávila, se volvieran el Lázaro Cárdenas del Río de Elías Calles.
Con todo y que uno y otro festinan una relación amical con AMLO de más de veinticinco y hasta treinta años.
Sheinbaum, con menos años quizá de amistad, ha demostrado a AMLO y su familia su lealtad “a prueba de bomba”.
Y, bueno, mucha, demasiada habilidad de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México para convencer a López Obrador que con ella la familia completa tiene garantizado el porvenir sexenal.

CINCO. Sucesor confiable

Ebrard ni Monreal han sido capaces de convencer a AMLO de lealtad.
Así ha sido siempre en el país y en el resto del mundo.
Cada presidente, cada primer ministro, cada jefe máximo, cada dictador, siempre procura elegir sucesor a una persona cien por ciento confiable para evitar, entre otras cosas, una acusación de pillería y el riesgo de la cárcel.
Mínimo, la exhibida en el palenque político.

SEIS. Obradorismo sin AMLO

Y si además de que Sheinbaum garantiza la vida tranquila y reposada, también se puede “mangonear” como escribiera Riva Palacio, entonces, los vientos favorables en todo lo que dan.
Un obradorismo sin Andrés Manuel López Obrador.
Para AMLO, hora de pensar en su destino y en el destino familiar.
Y si tal cual ocurre, entonces, cada cierto tiempecito, Sheinbaum deberá viajar a Chiapas al rancho “La chingada” para las órdenes consiguientes.