El góber de AMLO con el aparato gubernamental a favor de la zacatecana Rocío Nahle Norma García.
Incluso, hasta modificar la Constitución Política en la LXVI Legislatura para favorecerla.
Y el delegado federal, acariciando la posibilidad, digamos, de la nominación, aun cuando y dadas las barajas puestas en la mesa y en las cañerías, disparando a las escopetas para ver si puede quedarse con la candidatura a Senador de la República.
Y en donde de ser así, en reñida competencia con el secretario General de Gobierno y el secretario de Educación.
Por eso, el delegado federal apretando la Magnum y el botón nuclear en contra de las tribus guinda encaramados en el poder sexenal de Veracruz.
La primera acometida cuando denunciara que el góber y su gente aplicaban la cultura priista del “acarreo, la cargada, las columnas periodísticas pagadas y los eventos públicos” en pro de Nahle.
Ahora, a principio de semana, de nuevo el rafagueo porque el góber envió a los suyos, incluso, a “El dos del palacio”, al Estado de México como parte de una operación electoral a favor de la profe Delfina Gómez, candidata, más que de MORENA y la 4T, de AMLO, a la gubernatura.
Y en donde, caray, el PRI se “las juega de todas... todas” porque se trata del bastión del grupo Atlacomulco, el más poderoso de finales del siglo XX y lo que va del siglo XXI.
El góber y los suyos, aseguró el delegado, “son mala caricatura del pasado”.
Quiso así (“del pasado”) referirse a los priistas, quienes dominaron y predominaron en la república desde los años 1929 a dos mil, tiempo de la gran “dictadura perfecta” según el escritor peruano.
Y, bueno, si “los hechos hablan” como expresa el adagio popular, entonces, el delegado federal y el góber en cortocircuito.
Y aun cuando contemporizan en los eventos públicos, “se mastican pero no se entregan”.
El góber, se insiste, con Nahle.
Y por añadidura, con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México para la candidatura presidencial.
Una y otra, favoritas de AMLO.
Y el delegado, empujando la carreta y remando la canoa para ver si trasciende al año 2024.
Más, mucho más, cuando el delegado ha festinado una relación amical desde hace más de treinta años con AMLO y Andrés Manuel López Obrador eligió en par de ocasiones al góber como su candidato a la jefatura del Poder Ejecutivo estatal.
En el año 2016, cuando fue derrotado en las urnas por Miguel Ángel Yunes Linares.
Y en el año 2018, cuando derrotó a Miguel Ángel Yunes Márquez.
En ambas ocasiones el delegado “quedó como los chinos, mirando “pasar las bolas”.
Ahora, va de nuevo.
Pero, todo indica, parece, se cacarea, con los vientos en contra.
Habría, entonces, y con todo, de preguntarse las razones por las cuales AMLO prefirió a Cuitláhuac N. en dos ocasiones para la gubernatura.
Y las razones, motivos, pretextos, por los cuales ahora estaría empujando a Nahle para la sucesión en Veracruz.
Y por tercera vez, AMLO excluyendo al delegado y a quien en ningún momento ha visto con madera, cualidades, atributos, posibilidades, de gobernar Veracruz.
Más, ahora, cuando prefiere a una zacatecana.
Quizá, claro, porque el primer gobernador de Veracruz, Guadalupe Victoria, era originario de un ranchito de Durango.

II (Marcando su raya...)
El delegado federal “ha marcado su raya” de “los mapaches” del góber jarocho.
“En lo personal, no me verán visitando esos lugares (estado de México) porque ni de paso me queda para visitar a mi hija” (Notiver, mayo 16).
Entonces, y como profeta del derrotismo estableció categorías políticas para merecer la candidatura de MORENA a gobernador:
Una:
Voluntad política y social.
Dos:
Trabajo público y social.
Tres:
Cumplir con los lineamientos del partido (MORENA).
Cuatro:
“No solo poner espectaculares por todas partes porque tienen que explicar de dónde salen, quién pompó”.
Y cinco:
“Tiene que existir trabajo y el pueblo lo tiene que ver”.
Igual, igualito, caray, gritoneaba en la plaza pública el filósofo filoso, escritor y político José Vasconcelos Calderón como candidato presidencial independiente luchando con ferocidad en contra de Plutarco Elías Calles con su favorito, Pascual Ortiz Rubio.
Y aun cuando en la historia quedó que ganó en las urnas existió fraude electoral y nunca tomó posesión.
Por el contrario, salió huyendo a Estados Unidos en compañía de una de sus amantes.
El viejito del barrio asegura que el delegado dispara a las escopetas para ver si merece el Dedazo Presidencial para la candidatura... pero a Senador de la República.
Faltan, sin embargo, unos diez meses para oficializar el candidato de MORENA a la gubernatura y muchas cosas pueden suceder.
El delegado... juega.
En las grandes ligas.
La silla embrujada del palacio de Xalapa de por medio.

III (El Dedo Manda)
En unos diez meses, aprox., se conocerá el destino político y social del delegado federal con “Los pasos de Manuel Huerta”.
Bastaría recordar que en el siglo pasado fueron poderosos candidatos opositores a la gubernatura, entre otros, el ingeniero Heberto Castillo Martínez teniendo como coordinador de la campaña electoral a Andrés Manuel López Obrador.
Y perdió.
También Ignacio Rey Morales Lechuga y con todo y su pasado como Procurador de Justicia en la Ciudad de México y de la Nación, perdió.
Tiempo aquel cuando “en el país de un solo hombre” (como ahora), el jefe de jefes de la tribu priista se imponía con su Dedazo.
Ahora, el Dedazo obradorista... por más que el delegado federal rehuya la realidad real y hable, ajá, de voluntad democrática.
El Dedo manda.
¿Estará el Dedo Supremo con Nahle?
Todas las señales anuncian que la jugada por ahí late...
Claro, si Nahle se fuera a coordinar la campaña presidencial de Claudia Sheinbaum, entonces, el camino abierto quizá, quizá, quizá, para el delegado del Bienestar Social.
“La gente me pide que sea gobernador” ha cacareado en el palenque.
La gente, claro.
En ningún momento, AMLO.