¡Ay, Nachito! Víctima de políticos priistas corruptos y corruptazos que lo engañaron, dijo AMLO. Caray, ¡con tanta experiencia adquirida en los sexenios de Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo!

PASAMANOS: ¡Ay, Nachito Ovalle! Cuando en SEGALMEX sus colaboradores desviaron un millón de pesos y nunca lo supo!
¡Y cuando desviaron cien, doscientos, trescientos, mil millones de pesos y tampoco se enteró!
¡Y cuando desviaron en SEGALMEX cinco mil millones y diez mil millones y quince mil millones y Nachito, en el limbo!
Insólito, ajá, que rodeado de pillos y ladrones, corruptos y corruptazos como les decía AMLO.
Significativo: Ovalle removido de SEGALMEX como alma pura a un cargo público en la secretaría de Gobernación, mientras algunos de sus colaboradores están en el infierno.

CORREDORES: Desde luego, admirable AMLO con un alto, elevado, elevadísimo sentido de la amistad “a prueba de bomba” con Ovalle.
Y por una razón poderosa: Ignacio Ovalle fue el primer jefe de Andrés Manuel López Obrador.
Era el tiempo priista de José López Portillo y Ovalle director del Instituto Nacional Indigenista, luego de desempeñarse como subsecretario de Gobernación con Luis Echeverría Álvarez.
Entonces, el senador y poeta, Carlos Pellicer, recomendó a AMLO con Ovalle y lo nombró delegado del INI en Tabasco.
--Pero necesitas irte a vivir a La Chontalpa, le dijo, aprox.
--¡Me voy! dijo AMLO.

BALCONES: Y AMLO se fue a La Chontalpa a vivir con su esposa Rocío.
Y vivían en la comunidad en una casita con los indígenas.
Y dormían en el piso de tierra sobre un petate, en la hamaca y/o en un catre.
Después, AMLO entraría a laborar al Instituto Nacional del Consumidor.
Pero desde entonces, las vidas de AMLO y Ovalle quedaron empalmadas.
Y, bueno, admirable la confianza y la lealtad (y gratitud, digamos) de López Obrador con Ovalle.

PASILLOS: Varios exfuncionarios de SEGALMEX en tiempo de Ovalle están en la mira.
Entre otros, el ex director de Finanzas, el subdirector de Aseguramiento de Calidad de Liconsa, el subgerente y el exdirector administrativo (el segundo de Ovalle).
Varios de ellos priistas y quienes, como dijo AMLO, engañaron al pobrecito de Ovalle.
Caray, todos ellos hicieron trastupijes con el dinero público y nunca Ovalle lo olfateó.
Estaba muy ocupado repartiendo leche Diconsa a bajo precio entre los pobres.
Y abriendo más tiendas en las regiones indígenas y campesinas y obreras del país para los más necesitados, pues, y como reza el obradorismo, “por el bien de todos primero los pobres”.
Un hombre de buena fe, un político con bastante experiencia, timado por los suyos.
Ta’gueno.

VENTANAS: ¡Honor y gloria y vida eterna a AMLO!
¡El amigo, el amigazo, de su amigo y ex primer jefe en la administración pública cuando todos eran felices e indocumentados priistas!
El priismo, claro, ata.
Pero más, mucho más, los corazones y las neuronas agradecidas.
Con todo, a Ignacio Ovalle apenas, apenitas, le alcanzó para la dirección general de la nueva dependencia, Seguridad Alimentaria Mexicana.
Y resbaló. “Le comieron el mandado” ¡Y con dinero público!
Por fortuna, tiene un poderosos ángel de la guarda.