cargando

En twitter:

Expediente 2024
Martes 18 abril, 2023

Vivir a la ofensiva

I (Chico asesinado así nada más)

Saben los pistoleros y sicarios...
Saben los malosos y los malandros...
Saben los carteles y cartelitos...
Sabe la delincuencia común...
Saben los raterillos y ladronzuelos...
Saben los ciudadanos de a pie

Luis Velázquez

Y, caray, saben hasta los policías que aquí con tantas fechorías “no pasa nada”, ¡oh inmortal Javier Duarte!...
Y entonces, en Amatlán, así nomás, un sicario se cruzó en la calle con un chico de 25 años...
Y lo mató.
Lo mató de un tiro en la cabeza.
Un solo tiro como en la canción de Rosita Alvírez, con “El Piporro”, que de tres tiros que le dieron solo uno era mortal.
Luego, el sicario se perdió en el día fatídico y salvaje de Veracruz.
Ahora sí, como dice Narciso Busquets en la película “El gallo de oro”, “uno más”.
Un chico más que pierde la vida en un Veracruz con el tiradero de cadáveres por todos lados.
Y colgando de árboles.
Y de puentes.
Y flotando en los ríos y lagunas.
Y a orilla de caminos y carreteras.
Y arrojados en medio de los cañaverales.
Y lanzados a los pozos artesianos de agua dados de baja.
La vida en Veracruz, en uno de los peores momentos de la historia.
Nadie, pues, nadie, absolutamente nadie, puede festinar ni gritonear que ya libró el tsunami de incertidumbre y zozobra.
Y, bueno, por más y más que desde el discurso oficial y las declaraciones “se curen en salud” diciendo que la violencia va en caída libre, una cosita es el palabrerío, incluso, ajá, las buenas intenciones, y otra, mil, dos mil, tres mil años luz de distancia, la realidad real.
La realidad del chico de 25 años asesinado de un balazo en una calle de Amatlán.
Los días y las noches convulsivas.
Saña y barbarie.
Alevosía, ventaja y premeditación.
Inseguridad e impunidad.

II (La maquinaria de la muerte)
Así, tal cual, igual, igualito, fue el Veracruz de Javier Duarte.
Y de Agustín Silvestre Acosta Lagunes.
Con Duarte iniciaron las fosas clandestinas.
Y lo más indicativo y significativo, la desaparición forzada.
La alianza truculenta de políticos, funcionarios públicos, jefes policiacos, policías y malandros para secuestrar y desaparecer (y asesinar) personas.
El sexenio duartista que se ha ido repitiendo como copia Xerox en el Veracruz de la 4T.
La última gran fosa clandestina en Tihuatlán.
Y en un primer levantamiento, cuarenta cadáveres.
La maquinaria de la muerte en el norte y en el sur del Estado jarocho.
Y en el este y el oeste.
Y en las doscientas doce demarcaciones municipales.
La muerte, como el nuevo paisaje urbano y suburbano y rural.
“La muerte tiene permiso” intitularía el novelista Edmundo Valadés a una de sus novelas.
Y que, bueno, Duarte resumiera con frase bíblica: “Aquí no pasa nada”.
La vida, en la jodidez total.
¡Vaya destino social!:
En un lado de la cancha pública, la miseria, el hambre, el desempleo, el subempleo y los miserables salarios de hambre.
En el otro, la inseguridad en cada nuevo amanecer y cada nuevo anochecer.
Y por el otro, la impunidad.
Y en el cuarto rincón del ring, la incapacidad gubernamental manifiesta para cumplir con el llamado Estado de Derecho de garantizar la vida.
Iba el chico de 25 años caminando en una calle de Amatlán, y así nomás, así nomás, así nomás, le pegaron un tiro.

III (Salir acompañado a la calle)
Ni modo, hemos de vivir a la ofensiva y contraofensiva.
Desde luego, nadie pensaría en que cada ciudadano de a pie aprendiera a disparar y anduviera con una pistola en la bolsa de mano y/o en el pantalón.
Pero, por ejemplo, nunca salir a la calle solo.
Si se puede, siempre acompañado.
Más todavía, acompañado dos personas.
En la mañana, el mediodía y la tarde.
Y si es posible, evitar salir de noche.
“La noche, dice el refrán, tiene más ojos que el día”.
“La noche tibia y callada” de Agustín Lara se ha vuelto más peligrosa y riesgosa.
Con dos personas, tres personas caminando en la calle y la avenida se pensaría que un sicario, un ladronzuelo, se reprimirían.
Quizá, quizá, quizá.
Claro, si es un Chucho el roto, un Pirata Lorencillo, entonces actuaría solo ante dos, tres, cuatro personas.
Con todo, los días (y noches) son para vivir encerrados en casa.
Una vida de ermitaño.
Y hasta donde fuera posible.
Desde luego, en sí mismo significa un riesgo pues ene número de ciudadanos han sido plagiados en sus domicilios y desaparecidos.
¡Qué difícil y rudo y duro se ha vuelto vivir en Veracruz!
Nunca antes la población electoral habría creído que la historia sexenal de Acosta Lagunes y Javier Duarte se repitiera.
¡Ay, la 4T!


Deja un comentario

Acerca del blog

Blog de noticias desde Veracruz.
Aquí, deseamos contar la historia de cada día.
Y cada día es un nuevo comienzo.
Y todos los días se empieza de cero...

Portal de noticias de Veracruz.