Al diablo la austeridad
En municipios pobres como Hueyapan de Ocampo y Magdalena
Muchos presidentes municipales de Veracruz decidieron mandar al diablo la austeridad franciscana y la austeridad republicana de la 4T, la purificación moral, la honestidad valiente, el obradorismo. Y sus gastos insólitos están ya en el palenque público.
Por ejemplo, sillas de escritorios... de 80 mil pesitos.
Teléfonos celulares de lujo.
Cafés de alto costo.
Caray, hasta compra de máquinas para hacer palomitas en la jornada burocrática.
Ni se diga camionetas de lujo.
En Hueyapan de Ocampo, mejor dicho, Hueyapan del diputado Juan Javier Gómez Cazarín (le apodan “El carón”), el presidente municipal, padre de Gómez Cazarín, se compró camionetita de 345 mil pesos.
Y en el municipio de Magdalena, en la sierra de Zongolica, el alcalde se fue más lejos y compró camionetita de 439 mil pesos para pasearse entre los compitas indígenas.
Que austeridad ni qué ocho muertos.
El poder político que también significa poder económico únicamente dura cuatro años.