de más de 3 mil millones de pesos detectado a otros presidentes municipales y a cuarenta dependencias estatales... va quedando en el limbo.
El diputado local, Juan Javier Gómez Cazarín, incendió la pradera y se fue a la yugular del ORFIS asegurando que las cuentas estaban mal.
Claro, claro, claro, en defensa de los cuarenta funcionarios de igual número de dependencias estatales de la sacrosanta 4T.
Con todo y que en la revisión de las cuentas, el ORFIS trabajó con trescientos expertos.