Las redes sociales exhibiéndola como una traidora.
Las puertas de MORENA hecha gobierno, totalmente cerradas.
El desdén y el menosprecio de los jefes máximos de la 4T.
Todo, por desnudar la política de “los moches”, el famoso diezmo de los funcionarios públicos y burócratas de la 4T a la causa partidista guinda y marrón y al presidente de la república amorosa, AMLO.

PASAMANOS: Ella teme por su vida. Pero se mantiene firme, inalterable, sosteniendo las historias contadas.
Incluso, su ex pareja habló a sus familiares para reprocharles su actitud cuando tienen más de siete, ocho años, divorciados.
Su ex pareja casada en segundas nupcias.
Ella, soltera, con su activismo como animalista.
Nadie desearía que a Elena Chávez le cayera de sorpresa un ataque de caspa, porque entonces, la punta del iceberg llevaría a uno que otro morenista exhibidos en su libro best seller.

CORREDORES: Si de por sí, la feroz persecución cibernética de los Siervos de la Nación y chairos del Edén en contra de los opositores se ha vuelto ruda y dura, peor, mucho peor con el caso de la escritora de “El rey del ca$h” y que va por la tercera edición.
Sin duda, y cuatro años después, se trata del libro mejor documentado con testimonios y el que más ha pegado en la piel del Edén.
Más, mucho más, porque ella estuvo adentro y conoció el fondo del infierno.

BALCONES: La andanada de “La mañanera” y los Siervos de la Nación en contra de montón de trabajadores de la información (Denise Dresser, Víctor Trujillo, Enrique Krauze, Leo Zuckerman, Carlos Loret, Carlos Marín y el maestro Raymundo Riva Palacio, entre otros) es nada ante el combate a Elena Chávez.
Incluso, hasta la intentona de comprar los derechos de autor para evitar fuera publicado.
Y publicado ya, el bloqueo a los lugares públicos oficiales para evitar su presentación.
Además de las amenazas de vida que la reportera y escritora ha eludido mencionar con datos concretos y específicos, y que al mismo tiempo, ha insinuado.

PASILLOS: Todo el aparato gubernamental en contra de Chávez González.
De figura menudita, delgadita, frágil, resulta inverosímil la fortaleza con que ella se ha sostenido desafiando “el país de un solo hombre”.
Escribe el segundo tomo. Por un lado, historias, y desde entonces, pendientes.
Y por el otro, las cartas y correos que le han enviado por gente y militantes víctimas del Edén y hasta con pruebas.
Entonces, en lugar de enclaustrarse en su casa temerosa de las fiebres pasionales enceguecidas de los Siervos de la Nación, empeña los días escribiendo la segunda parte.

VENTANAS: En ningún momento es venganza en contra de su ex pareja, ha sostenido.
Tampoco venganza en contra del obradorismo.
Menos, mucho menos, venganza en contra de Morena.
El país, dice, los ciudadanos de a pie, la población electoral, han de conocer la realidad hacia el interior de la purificación moral y la honestidad valiente.
Por eso mismo, escribe y escribe y escribe.
Y acepta las entrevistas en los medios donde le abren la puerta.
Y sigue luchando, exponiendo, claro, su propia vida.
Terrible, espantoso, sería que sufriera un atentado, un robo mortal en casa, un asalto fatídico en la calle, un “accidente” carretero.