Duro y grave para los padres que perdieron a la niña de cinco años asesinada en la camioneta donde viajaba con su padre y en la madrugada.
Duro y canijo para los padres del niño de siete años herido, al lado de su abuela, de 58 años, asesinada.
Es Veracruz en el tiempo de la 4T. ¡Vaya purificación moral y honestidad valiente!
“¡No somos iguales!” gritonea aquel.
"Ta’gueno".

DOS. Trauma infantil

La niña perdió la vida. El niño quedó herido. Y la Fiscal General con su filosofía política, social y moral: “¡No podemos tener contentos a todos!”.
El sicólogo del barrio advierte el trauma del niño de siete años.
Rafagueado en medio del tiroteo donde la abuela perdiera la vida.
Herido, sangrando, mientras a un lado miraba el cadáver de la abuela.
Internado en el hospital.
Tremendo y duro y rudo impacto sicológico en las neuronas y el corazón.
Perder así nomás, de golpe, a la abuela.
La imagen quedará quebrada para el resto de su vida.
La Xalapa que le ha tocado vivir.
La muerte le llegó y sorprendió cerca. Tocó las vibras íntimas de su corazón.
El legado histórico del gobierno de la 4T.

TRES. Niño atemorizado que vivirá

El niño, y salvo tratamiento sicológico para sanar y sanear su vida, vivirá atemorizado. Traumado. Asustado. Lleno de miedo y temor. Y terror y pánico.
Además, reciclando en las neuronas y el corazón el dolor y el sufrimiento por la abuela asesinada enfrente de él.
Y de igual manera, la probabilidad de que el cerebro y el corazón se le llenen de resentimiento, odio y quizá, quizá, quizá, hasta venganza.

CUATRO. El Veracruz que nos ha tocado vivir…

Es el colmo más duro y rudo de la violencia descarrilada de norte a sur y de este a oeste del Estado jarocho.
Primero, el asesinato de niños.
Ahora, también con la 4T, el asesinato de los abuelos delante de los nietos.
Es el Veracruz que nos ha tocado vivir. Y lo peor, llevamos casi cuatro años (tres años y diez meses) en el peor infierno.
Los niños saben que están condenados al mismo destino social y de seguridad y de procuración de justicia.

CINCO. Indignación crónica

Más grave, indicativo y significativo: Sabe el niño Gustavo, el nieto de la maestra subdirectora de la escuela primaria, Adolfo Ruiz Cortines, que la muerte se aparece con violencia enfrente de las escuelas y delante de los niños, los padres de familia y los profesores y los ciudadanos.
Hayan sido las razones, motivos, pretextos.
La muerte con violencia se plantó ante una escuela de la secretaría de Educación de Veracruz y dejó miedo, temor y pavor en los ciudadanos de a pie.
Pero al mismo tiempo, coraje social, indignación crónica y ganas, muchísimas ganas de sublevarse contra el aparato gubernamental.

SEIS. Loa AMLO a Cuitláhuac

Más de cuarenta y cinco niños asesinados en los últimos tres años y diez meses, incluida la niña de 5 años de Hidalgotitlán.
Pero nunca antes, el crimen de una abuela delante de su nieto y a la hora de entrar a la escuela.
¡Vaya paradoja!: el góber chicharronero, tan loado por el presidente de la república amorosa, asegurando que la violencia va en caída libre.
Y, bueno, allá los pobre ilusos y tontos que crean en su palabra…