Caminar juntos…
•Lejos de pesadumbres...
•Fortaleza de la amistad
EMBARCADERO: El viejito del barrio dice que la amistad entre los seres humanos tiene varios orígenes... Por ejemplo, hay amigos a quienes unen los mismos objetivos laborales... El trabajo diario fortalece la relación amical... Y más, si son compañeros en la misma área... Otros amigos se multiplican a partir de profesar la misma ideología, sueños políticos compartidos, razones de peso y con peso para luchar con sentido social
Luis Velázquez
Muchas veces, soñando con una vida mejor para todos, en igualdad de circunstancias en una república amorosa cien por ciento dispareja en materia económica, social, educativa, de salud, seguridad, procuración de justicia y desarrollo humano…
ROMPEOLAS: Otros son amigos porque la religión los conjunta… Además, porque profesan y observan los mandamientos de la ley de Dios “al pie de la letra”… Sobre todo, soñando y buscando el bien de los demás, el prójimo, el próximo… Otros, claro (ni hablar, resulta inevitable, ley de la vida), son amigos porque la delincuencia organizada y común los integra… Más cuando en el campo de batalla deben la vida a un compañero… Más, cuando se ajustan cuentas y todos se exponen y peligran…
ARRECIFES: Hay amigos que se cultivan en la escuela secundaria, el bachillerato, la universidad… Pero de pronto, cuando terminan estudios, cada quien agarra camino y llegan a perderse la pista… Fueron amigos, digamos, efímeros… Mera coincidencia estar en el salón de clases y sin que la amistad limpia y férrea se cultivara y germinara en el surco… Incluso, suele darse hasta con los vecinos… Peor tantito, hasta los compadres mientras vivieron cerca, pero luego, de pronto, la vida lleva a otras latitudes geográficas y el vaso comunicante se diluye…
ESCOLLERAS: La amistad únicamente se prolonga y perpetúa y dura a partir, entre otras cositas, de la confidencia… La intimidad… Los momentos de las vacas gordas, pero más, mucho más, flacas, compartidos… Y compartidos con acciones concretas y específicas para apoyarse entre sí… Iba don Julio Scherer García, el mítico director general fundador del semanario Proceso, a comer a la casa de su compadre, Ángel Trinidad Ferreira… Y don Julio se metía hasta la cocina y preguntaba a su comadre el guisado que preparaba… Y se ofrecía para ayudar… Y participaba en el proceso culinario…
PLAZOLETA: Eran tan amigos que algún día el hijo mayor de Scherer dijo al hijo de Ferreira que “los Scherer y los Trinidad somos la misma familia”… Y es que si una amistad llega a la esposa y los hijos, entonces, suelen establecerse lazos indisolubles… Es cuando la amistades maduran, “la intimidad de los sueños y las pesadillas”, los días felices e infelices… Las buenas y las malas… Sin necesidad, incluso, de ponerse a prueba… Y menos, mucho menos, dudar del amigo, porque dudar constituye un pecado mortal… El amigo es el otro yo dice por ahí el viejito del barrio y quien de seguro lo tomó de algún libro de Séneca o Sócrates…
PALMERAS: Si la amistad únicamente queda, digamos, con los amigos, sin trascender, entonces, tarde o temprano se desmorona… Y diluye… Y termina… Sus bases afectivas y morales eran superficiales… Frágiles… Insustanciales… Un dicho azteca dice, por ejemplo, que a la hora de morir un hombre vale por el número de amigos que deja… Pero un proverbio árabe dice que el ser humano vale por el número de enemigos a la hora de la muerte… Lo importante “es caminar juntos en la vida más allá de obstáculos y pesadumbres” escribió don Julio Scherer en su libro “La terca memoria”…