Borrascosas pasiones políticas por el poder público
•Cuatro años de presidenta municipal, 60 años de cárcel... por asesina intelectual
•Dueños del poder terminaron sus vidas en la cárcel, como en tiempo priista anterior
•En la rebatinga por la silla embrujada del palacio, lo peor de la naturaleza humana
Luis Velázquez
¡Vaya pasiones políticas tan truculentas! ¡Y vaya destino final!
Una mujer, ex presidenta municipal de Mixtla de Altamirano, una de las trece demarcaciones de la montaña negra de Zongolica, María Angélica Méndez Margarito, asesinó a la sucesora en el poder edilicio, otra mujer, Maricela Vallejo Orea, el 24 de abril del año 2019.
El primer año de la 4T hecha gobierno en Veracruz.
Entonces, el juez determinó la sentencia: Sesenta años de cárcel para la ex alcaldesa, encumbrada durante cuatro años en lo más alto del poder en su pueblo.
Cuatro años en el poder por sesenta años que estará presa…, si es que claro, la vida le alcanza para cubrir la sentencia.
Y seis décadas tras las rejas, porque además, y como autora intelectual, también ordenó matar al esposo de la alcaldesa, Efrén Zopiyactle.
Y al chofer del Ayuntamiento, Heriberto Sabino García Castillo.
Ella está presa en un penal de Morelos.
Fue aquella una emboscada.
Y como en la autoría intelectual del triple homicidio también participó el esposo de María Angélica Méndez Margarito, Ricardo Pérez Marcos, ex síndico de Mixtla, ni modo, también está preso.
En unos días le dictarán sentencia.
Una pareja, ellos, dueños del poder, terminaron sus vidas tras las rejas.
Pasiones políticas. Quizá atravesados con pasiones humanas, personales. Enemigos y adversarios políticos.
Casi casi, como en el siglo pasado cuando Plutarco Elías Calles, favorito de Alvaro Obregón para la candidatura presidencial, ordenó matar a treinta ciudadanos de a pie en el puerto de Veracruz por participar en una marcha de apoyo a Adolfo de la Huerta, el candidato opositor.
Y/o como cuando Elías Calles también ordenó matar a cincuenta generales delahuertistas.
Y que, incluso, sirviera para que el general Guadalupe Sánchez, asignado en la ciudad jarocha, declarado seguidor de De la Huerta, se volviera en automático fervoroso callista y pusiera los treinta mil soldados a sus órdenes al servicio de “El turco”.
Era entonces el asesinato de los adversarios el camino más socorrido.
Muy duras y rudas, locas y truculentas, son, serán, las pasiones entre los políticos para llegar al crimen.
Vidas frustradas del matrimonio asesinado, más el chofer.
Vidas frustradas del matrimonio asesino.
El ajuste de cuentas.
Las pasiones más locas convulsionando las entrañas.
Una ex alcaldesa y su esposo, un exsíndico, en Mixtla de Altamirano, “haciéndose justicia por mano propia”.
Tres años y dos meses después, la sentencia. Seis décadas vivirá en la cárcel María Angélica Méndez Margarito.
ASESINADOS MÁS DE CUARENTA POLÍTICOS
En el tiempo de la república amorosa (“Amaos los unos a los otros”, “besos y abrazos en lugar de balazos, Amor y paz”), más de cuarenta políticos han sido asesinados.
Funcionarios públicos, políticos partidistas, líderes sociales, diputados, ex alcaldes, etcétera, en la lista negra de la muerte.
Y en la mayoría de los casos, y por desventura, la impunidad.
Más de cuarenta muertos en el camino al Gólgota de la Fiscalía General.
Incluso, el hazmerreír, como el caso del crimen del diputado local, Juan Carlos Molinas Palacios, un detenido que luego fuera liberado.
Toda vida humana es invaluable. Pero quizá el triple homicidio de Mixtla de Altamirano es el más indicativo y significativo, traducido ya en acciones concretas y específicas y hasta con la condena penitenciaria a la ex pareja edilicia.
Los tiempos sórdidos y siniestros del siglo pasado que parecían idos, resucitando en la cancha pública.
Pancho Villa ejecutado por órdenes de Plutarco Elías Calles porque amenazaba con volver a la política y apoyar a un adversario presidencial como fue Adolfo de la Huerta.
Emiliano Zapata asesinado por órdenes de Venustiano Carranza a través de un coronel, Jesús Guajardo, quien le fingió amistad y hasta le obsequiara un caballo pura sangre y en una comelitona en la hacienda de Chinameca lo emboscara.
El poder político, transfigurando la vida.
María Angélica Méndez Margarito, y su esposo, Ricardo Pérez Marcos, los asesinos intelectuales de la alcaldesa de Mixtla en funciones y su esposo y el chofer del Ayuntamiento.
Falta, faltaría quizá, la detención de los homicidas físicos.
REBATINGA POR EL PODER POLÍTICO, ECONÓMICO Y SOCIAL
Las pasiones de la política suelen jalar a la superficie lo peor de la naturaleza humana.
Sinónimo de un tiempo constitucional para “ordeñar la vaca” y “meter la mano al cajón” e irse “cabezón” con el erario público para enaltecer la calidad de vida personal, familiar y de los amigos y de las barbies, desequilibran las neuronas, el corazón, el hígado y el sexo.
“Hay veces cuando me siento Dios” exclamaba Calígula “en la plenitud del pinche poder”.
“Muchas damitas bonitillas rechacé cuando fui Ministro de Educación y quienes se me ofrecían en cada audiencia semanal que daba” escribió José Vasconcelos Calderón en su biografía “El desastre”.
En el otro extremo del mundo, Adolf Hitler soñando con adueñarse del mundo en el camino de Alemania a Rusia dejó cincuenta millones de muertos.
José Stalin, convertido en jefe máximo en Rusia, multiplicó los campos de concentración para castigar de por vida a los disidentes, enemigos, adversarios y a quienes pensaban diferente.
Incluso, huyendo de Stalin, León Trotsky se refugió en México y hasta Cuernavaca lo persiguió hasta que sus sicarios lo asesinaron.
“¡Me quieren matar, me quieren matar”! exclama el presidente del CEN del PRI, Alejandro Moreno, el ex gobernador de Campeche desnudado en su riqueza imperial por la sucesora, Layda Sansores, la hija del cacique y ex gobernador y ex dirigente priista, Carlos Sansores Pérez.
La masacre estudiantil del 2 de octubre del año 1968 y el Halconazo del diez de julio de 1971 y la Guerra Sucia donde tantos disidentes, activistas y luchadores sociales fueran asesinados en el sexenio de Luis Echeverría Álvarez.
Plutarco Elías Calles ordenando en el año 1923 la matanza de treinta jarochos declarados seguidores de su enemigo, aspirante presidencial, Adolfo de la Huerta.
La matanza de Topilejo. Cien vasconcelistas en aquella campaña presidencial independiente ajusticiados.
La matanza de Huitzilac. Asesinado el aspirante presidencial, Adolfo Serrano, más trece feligreses de su capilla.
Las tribus políticas ajustando cuentas entre sí para apropiarse del poder político efímero.
El olor a poder. El olor a dinero. El olor a sexo prohibido.