Y después, el saludo de Monreal quien en automático lo incorporaba a la Junta de Coordinación Política del Senado como secretario técnico.
Pero además, lo paseaba en los noticieros televisivos y periódicos de la Ciudad de México.
Horrorizado por la experiencia penitenciaria de haber vivido aislado durante seis meses con solo dos compañeros de crujía fue revelador.
Y dijo, por ejemplo, entre tantas cositas, que el Senador Ricardo Monreal había logrado ya, ya, ya, pian pianito, la libertad de unos veinticinco ciudadanos de Veracruz presos en las cárceles por el gravísimo delito de ultrajes a la autoridad policiaca, ya derogado.
Pero al mismo tiempo, Monreal en estado de vigilia porque eran mil trescientas personas encarceladas por el delito y todavía con largo y tortuoso camino por transitar.
Más, ante un góber rijoso, de quien dice, “paisanos, cuídense”, y cuando asegurara que el secretario General de Gobierno “es el brazo armado” del góber y que la Fiscal General, con todo y autonomía e independencia, es su empleada.
Va hoy Veracruz por un túnel inmenso, sórdido y siniestro. Otras veces, claro, en la historia que ha sido atravesado.
Teodoro A. Dehesa, con los trescientos obreros asesinados en Río Blanco.. Luis Mier y Terán, con los nueve jarochos ejecutados por órdenes de Porfirio Díaz. Cuarenta mil ejidatarios asesinados a partir del gobernador Jorge Cerdán. Los muertos de “La Sonora Matancera”. Los veintidós reporteros asesinados en el Duartazgo.
Entonces, las palabras de Del Río Virgen tienen un doble filo. Pero también, el cabildeo y la gestoría política, social y jurídica de Ricardo Monreal.
Simplemente, quitar la pelota al góber jarocho para devolver la tranquilidad y la paz en la convivencia cotidiana a la población electoral.
El joven dinosaurio salsero y huapanguero, seducido con la política de la moruna y el machete, alardeando Obra Pública Récord Guinness con un Centrito de Salud, una callecita pavimentada, un saloncito de clases, tiene ya, ya, ya, “la horma de su zapato”.
Nunca debió meterse con José Manuel del Río, cuyo único objetivo era “matar dos pájaros de una pedrada”.
Uno, Dante Delgado, para descalabrar a MORENA.
Y dos, Ricardo Monreal, para descarrilar su posible candidatura presidencial.
¡Oh, Claudia Sheinbaum, tú góber jarocho te quedó mal!
Y, bueno, “quien se lleva se aguanta” una vez abierta la caja de Pandora. El peor mal, la venganza.

VERACRUZ PAVIMENTADO DE RENCOR

El góber ha pavimentado las carreteras y caminos, calles y avenidas, pueblos y ciudades, ríos y lagunas, de mucho, demasiado, excesivo rencor.
Ha pisoteado la vida y los derechos humanos y civiles de montón, montón, montón, de ciudadanos.
Casi casi, un pueblo entero.
Y como su peor error hasta anoche es haberse metido con Del Río Virgen, Dante Delgado y Ricardo Monreal, además de los suyos, además del Movimiento Ciudadano, además de los catorce hermanos de Monreal, entonces, ha de mantenerse vigilante.
Casi casi, durmiendo con unos escoltas afuera de su casa, departamento, mansión, la Casa Veracruz.
Y tomando las medidas necesarias, de igual manera como el lunes veinte de junio en la madrugada, un automóvil fue siguiendo a Del Río en el viaje de Xalapa a la Ciudad de México.
Del Virgen, Monreal y Dante, dispuestos a devolver “golpe por golpe”.
El góber, alerta para responder a cualquier desafío. Digamos, en su lenguaje, a cualquier provocación… que provocador fue.
Misión difícil de aquí al año 2024.
Peor, mucho peor será si José Manuel del Río es nominado candidato del Movimiento Ciudadano a gobernador de Veracruz porque entonces “lloverá sobre mojado” todo el tiempo de la campaña electoral.
Y el discurso central de Del Río será, claro, lógico, obvio, en contra del góber, el secretario de Gobierno y la Fiscal General.
Y por razón natural, y dada la efervescencia y el hartazgo social sembrado y germinado en tierra fértil por el góber, el fin del mundo, el Día D, “La noche de la iguana”, “El árbol de la noche triste” donde Hernán Cortés llorara su derrota.
La patada social del góber jarocho a un pueblo pobre, en la miseria, con salarios de hambre, desempleado y en la jodidez es y será material dinamitado de Del Río, Dante y Monreal.
Ellos jamás, jamás, jamás, agacharán la cabeza ante el góber y los suyos.
Con todo y que la 4T en Veracruz amenace “con resucitar los peores demonios” (Jan Martínez Ahrens, El País).
El discurso del odio en su máximo decibel.
Y si AMLO, el presidente, advierte los grandes errores de su góber, entonces, hasta le daría la espalda, de igual manera como Enrique Pena Nieto con Javier Duarte.
Una sombra anuncia la terrible noche y día más largo para el gobierno de Veracruz.