para denostar la figura presidencial del ejecutivo.

Pide en entrevista periodística el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, cerrar filas para hacer realidad la transformación de nuestro país, desapareciendo aquellos organismos independientes que, según Monreal, fueron utilizados para “el saqueo” y el enriquecimiento fuera de la ley. El Senador zacatecano aseguró que el titular del ejecutivo resiste los ataques de los políticos de oposición y desde luego, asegura que la mayoría legislativa que conforman los senadores de Morena no dejarán solo a López Obrador pues lo que se está “jugando”, es el destino de la patria.

Con lo que no cuenta el senador Monreal, es con el hartazgo que a casi tres años del gobierno de la 4T, se ha generado en la sociedad civil, por los usos y abusos del poder público, de los impreparados, inexpertos, abusivos, mentirosos, corruptos y solapadores de impunidad que llenan las filas de militantes y simpatizantes del partido morena, pues las aberraciones y excesos en que han incurrido los servidores públicos aliados del líder tabasqueño, revertirán con sus actos abusivos e ilegales, el apoyo que en la elección del 2018 favoreció al Presidente Andrés Manuel y sus huestes.

Confiado el Presidente López Obrador en sus encuestas, propuso que la “cacaraqueada” Consulta para la Revocación de Mandato prevista en el artículo 35 constitucional (reformado) se realizara el 21 de marzo pasado o que fuera en la misma fecha que la elección venidera (2021), lo que no le fue autorizado; pero si se estableció que será en el primer trimestre del año 2022, cuando en consulta organizada por el INE, el pueblo de México determine si concluye López Obrador su periodo de seis años, o se va antes de acabar con lo que queda de México al borde de la destrucción.

Es verdad que el destino de la Patria está en riesgo, como afirma el senador Monreal, pero ello se debe al mal gobierno de la 4T y su incompetencia para resolver los problemas nacionales y recuperar la confianza de la sociedad en las instituciones públicas y el estado de derecho, tan endebles por los malos servidores públicos designados y sostenidos en sus cargos por el gran “Tlatoani” de Palacio.