defensores de los derechos humanos y opinión pública.

La familia del joven Eladio Aguirre Chablé tuvo que llevarse sus restos en dos bolsas negras, de las que se emplean para sacar la basura.

En una de las bolsas iban los restos óseos que fueron recuperados por las autoridades en una zona de pantanos colindantes con el Río Tonalá (frontera natural entre Veracruz y Tabasco), en Agua Dulce.

Y en la otra, iban los fluidos, tejidos, piel, y algunas sustancias que fueron recuperadas por el personal de Periciales de la Fiscalía General de la república.

Con esas bolsa, de olor nauseabundo, la familia de Eladio Aguirre Chablé tuvo que marchase de las oficinas de la Fiscalía General del Estado en Las Choapas, donde le abrieron la carpeta de investigación correspondiente.

El colectivo Madres en Búsqueda Coatzacoalcos, que encabeza Lenit Enríquez, condeno el trato que le dieron a la madre y a la hermana de la víctima, que forman parte de su colectivo.

La historia trágica para la familia de Las Choapas comenzó en mayo del 2020, cuando el joven regresó a su pueblo para visitar a la familia, ya que sumaba varios años viviendo en Cancún.

En esa ciudad del Caribe, Eladio Aguirre Chablé trabajaba como taxista y había regresado a Las Choapas a visitar a sus hijos, a la madre y a sus amigos.

Se trató de una estancia de un día, pues el permiso que le dieron en su trabajo era muy corto, pero al marcharse de casa, no volvió a conectarse a sus redes sociales ni avisó si había llegado a Cancún.

Sus familiares comenzaron a preocuparse por su paradero, al paso de los días, se percataron que algo malo le pudo haber pasado, y acudieron a colocar la denuncia en la Fiscalía del Estado, en Las Choapas, paralelamente, la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas emitió una ficha con sus datos para ayudar a localizarle.

Pasaron los meses, y la familia no supo más de él.

En días recientes, resientes, el colectivo Madres en Búsqueda Coatzacoalcos acudió a Las Choapas para organizar acciones de búsqueda, dijo Lenit Enríquez, presidenta de dicho colectivo.

Es ahí donde conocen a la mamá de Eladio Aguirre Chablé, quien les cuenta su caso y les pide acompañamiento.

En ese sitio la mujer dio a conocer su drama, y su caso fue publicado por la prensa local.

Al saberse la noticia del choapense desaparecido camino a su trabajo en Cancún, el caso trascendió.

A las pocas horas de que la historia circulaba en redes sociales, fue contactada de manera anónima por redes sociales, y le ofrecieron un croquis con la ubicación exacta del cadáver de su hijo.

Con esa información, ella se fue a ver al personal de la Fiscalía General del Estado en Las Choapas, pero fue ignorada, "tal vez es una trampa, no podemos ir y usted no vaya", le indicaron en las instalaciones de la FGE.

Ella no se quedó quieta y se lanzó al punto marcado en el mapa.

Cruzó marismas, consiguió una lancha y cruzó las caudalosas aguas del río Tonalá.

Lamentablemente, la información aportada por el anónimo era real. Ahí, en medio de unos montarrales, acosada por el clima extremosamente caluroso e insectos, divisó los restos de su muchacho.

Lo pudo identificar de manera preliminar por la ropa que portaba, era la misma que llevaba el último día que le vieron camino a Cancún.

Los restos estaban expuestos y deteriorados por el accionar de la fauna silvestre y las altas temperaturas.

Desde ahí hizo una llamada a la fiscalía Lenín Juárez Jiménez, para indicarle que al parecer, la información era verídica, pero el servidor público de nuevo se reusaba a darle credibilidad al anónimo, a ella no le quedó de otra más fotografiar los restos y reportarlos a la Fiscalía. Ya no había manera de que se negaran.

Así, el jueves 26 de marzo, personal de la Fiscalía General acudió a esas marismas y rescataron los restos.

El colectivo de Madres en Búsqueda señala sin embargo que el fiscal Lenín Juárez se reusaba a entregar los restos, pese a que los familiares de la víctima lo identificaron plenamente por ropa y piezas dentales.

La familia pidió el auxilio del Colectivo Madres en Búsqueda Coatzacoalcos, y fue que lograron convencer a las autoridades de que entregaran los restos para darles sepultura.

Sin embargo, en la Sub Unidad de Las Choapas, los familiares del desaparecido recibieron el peor trato, degradante y violatorio a sus derechos humanos, los servidores públicos de esa área no esperaron el arribo de la funeraria para que hiciera lo propio con los restos y fueran entregados de una forma digna.

Lanzaron sus huesos, y algunas muestras de carne putrefacta que aún había en ese pantano, en dos bolsas negras que común mente son empleadas en los hogares para acumular la basura, y se los dieron a la familia del joven taxista.

La foto del momento en que se dio la entrega en Las Choapas ha dado la vuelta al país mediante las redes sociales ante la gran indignación que se está generando en diversos sectores. Se buscó una versión oficial mediante consulta al nuevo Vocero de la Fiscalía, Mario Lozano, pero al cierre de este reporte no hubo respuesta.

Por este caso, la fiscal Verónica Hernández Giadans está recibiendo numerosas críticas de colectivos y ciudadanía en general, más porque en la semana su departamento de prensa se dedicó a distribuir una serie de fotografías que resaltan la belleza física y los mejores ángulos fotogénicos de la Fiscal General, y disminuyeron notablemente los envíos de comunicados y fotos sobre procuración de justicia.