Jueza deja libre a un violador
•Presunto tío culpable de violar de menor de edad
Un campo en Alto Lucero, Veracruz, se convirtió en el escenario para violar a una menor de once años. Su tío, Juan Carlos Salas Castillo, convenció a los padres de la niña para presuntamente enseñarle a manejar.
El entusiasmo de la menor contagió a la mamá,...
Gloria Vázquez Piedra. Las clases serían por la tarde. La niña y su madre acudieron a la primera lección de manejar un vehículo particular estándar.
"Tiene que ser sola, si no se pone nerviosa y no aprende a manejar", refirió Juan Carlos, tío de la menor.
Gloria no opuso resistencia a dejar unos minutos a solas, en un vehículo en movimiento, en un campo en Alto Lucero. Algunos metros los separaron por escasos minutos. Desde lejos, observaba a la niña en las piernas del tío.
De oficio carnicero, Juan Carlos violó a su sobrina mientras pretendía manipular un automóvil con cinco velocidades. Gloria vio de lejos que su hija se forcejaba, sospechó que era parte de la clase.
"Nos confiamos de mi cuñado. Le dijo a mi esposa que les iba a enseñar a manejar, se aferró tanto que le dije a mi esposa no se las entregues, pero mi esposa por la confianza, accedió" reclamó Martín, padre de la menor.
El 2 de agosto del 2016, la menor ultrajada cumplió doce años. Su actitud cambió. El entusiamo por aprender a manejar desapareció. Su tío la mantuvo amenazada con ser golpeada.
El secreto duró algunos meses. La hermana de la niña mantiene comunicación frecuente con ella. Una tarde no soportó el silencio y relató a detalle lo que su tío, el "maestro de manejo", le hizo en la vía pública.
Su hermana no dudó en contarle a sus padres. Gloria y Martín acudieron el sábado 20 de mayo del 2017 a interponer una denuncia ante el Ministerio Público. Las primeras diligencias de ley sometieron a exámenes psicológicos y médicos.
El resultado reflejó daño psicológico severo, además, lesiones internas detectadas en una valoración ginecológica a la menor de ahora trece años.
Tres meses después de la denuncia, el jueves 17 de agosto giró orden de aprehensión contra Juan Carlos Salas Castillo, por el presunto delito de violación a una menor de edad.
La orden cumplió con la notificación al presunto culpable y reclusión temporal en el Centro Penitenciario de Pacho Viejo, cárcel donde duermen algunos ex funcionarios priistas del estado de Veracruz.
En las 72 horas para recopilar información, pruebas suficientes para sancionar al agresor, se obtuvieron. La jueza las analizó este miércoles 23 de agosto, en una audiencia privada en las Salas de Juicios Orales en Pacho Viejo, a un costado del penal.
La decisión fue dejarlo en libertad.
"Estuvo seis días en prisión. La juez reconoció delito, pero que no era él. Veo que hay mucha corrupción aquí en la fiscalía, en los juzgados, quisiera justicia, que alguien me ayude porque no se puede quedar así mi hija", pidió Martín.
La frustración de Martín alcanzó a sensibilizar y derrochar lágrimas. Ser de "rancho", como ellos mencionan por vivir en Alto Lucero, a una hora de la capital del estado, los bloquea para conseguir el dinero que les pidieron para girar una segunda orden de aprehensión contra su cuñado.
Juan Carlos es esposo de la hermana de Martín. El cariño que generó por contraer nupcias con su hermana se transformó en odio y rencor. Violar a su hija, la más pequeña del hogar, no se lo perdona.
"Cayó ante las redes de ese cabrón, es un pederasta, es un enfermo. Abusó de la confianza" repitió una y otra vez Martín.
Martín pidió justicia. La tranquilidad de la familia e hija ultrajada por su tío, el carnicero, no llega hasta verlo algunos años tras las rejas.
La jueza de control que analizó las pruebas de Juan Carlos decidió dejarlo en libertad. Los resultados del peritaje médico y psicológico fueron insuficientes para culpar al tío, "él no fue".
Gloria confía en sus hijas. Recordó la primera y única clase de manejo. Llora. Recupera el aliento y señala a su cuñado: "Él fue".
"Cómo una juez puede decir que queda en libertad, si sabe que hay pruebas y lesiones ginecológicas y psicológicas".
"Ayer fuimos a que nos asesorara un abogado para llevar a cabo otra orden de aprehensión, nos cobran dinero, no tenemos el recurso, necesitamos la ayuda para que nos resuelvan el caso", exclamó Martín.
La segunda orden de aprehensión debe ser pronto. El dinero para tramitarla no existe en los bolsillos de la familia. Con esfuerzos de un día para otro, consiguieron monedas que solventaran el viaje de Alto Lucero a Xalapa, municipio donde dieron a conocer la violación.