Alcaldes honrados… ajá
•Se habla de medidas contables y fiscales para lograr la transparencia en el manejo del erario. Aún con todo, hay químicos contables como Mauricio Audirac capaces de burlar todos los candados para “meter los brazos completos al cajón”
La revista Forbes del mes de marzo, 2014, publicaba un reportaje sobre los 2,457 presidentes municipales de norte a sur del país con una pregunta suspicaz y perspicaz: “¿Existirán los alcaldes honrados?”
Luis Velázquez
Y, bueno, si miramos hacia Veracruz, y en base al ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, y a la LXIII Legislatura, se diría que, en efecto, mínimo, 207 alcaldes de los 212 son honestos a prueba de bomba, ángeles de la pureza, querubines de la transparencia y la rendición de cuentas, políticos impolutos, impecables e implacables.
En tanto, los otros cinco están bajo sospecha como lo decretó el ORFIS y el Congreso porque cometieron daño patrimonial.
Claro, en los cinco casos se trata de ediles charalitos, de zonas indígenas, campesinas y suburbanas.
Pero al mismo tiempo habría de referir que si el contribuyente se basa en el decreto del ORFIS y el Congreso concluiría que se trata de una reverenda vacilada, pues simple y llanamente, nadie les cree.
Por lo siguiente, un dato por ejemplo: luego de que Mauricio Audirac fuera despedido del ORFIS y anduviera por ahí esperando tiempos mejores para ser ungido, a la postre, Contralor del gobierno de Veracruz, “El padrinito” se habilitó como químico contable de varios alcaldes de lujo para arreglar sus cuentas públicas y aparecer ante los auditores como vírgenes de la castidad.
Y es que, bueno, si un alcalde tiene recursos para contratar químicos contables del nivel de Audirac, ninguno de ellos se expondrá a un desaguisado, pues desde su tiempo en el ORFIS con Fidel Herrera, por ejemplo, se ha dedicado a emparejar entuertos, a tal grado que, incluso, la fama pública siempre aseguró que se había asociado con el alcalde jarocho de entonces, José Ramón Gutiérrez, ahora diputado priista.
La realidad es una sola: han de ser pocos, excepcionales los ciudadanos y contribuyentes que crean en la honestidad de los alcaldes del país y de Veracruz, por añadidura.
Se insiste: nadie los señala de tontos, digamos, para que dejen huella. En contraparte, son muy vivos. Solo que como dice el refrán popular, “ni el amor ni el dinero se pueden ocultar”, por eso mismo bastaría cotejar el tren de vida de muchos políticos y sus familias para conocer la realidad económica y social avasallante.
Más, mucho más allá de los informes amañados del ORFIS y la Comisión de Vigilancia y la Contraloría y los auditores internos y externos.
DE CUALQUIER FORMA, LOS QUíMICOS CONTABLES BURLAN CANDADOS
Según Forbes, en los Ayuntamientos del país toman medidas para lograr alcaldes honestos.
Por ejemplo, y entre otras:
Uno. Un programa piloto para el ordenamiento de las finanzas.
Dos. Una plataforma tecnológica para llevar a cabo la contabilidad.
Tres. Un análisis económico, algo así como “una radiografía del cuerpo humano para que el médico pueda diagnosticar a su paciente”.
Cuatro. Un censo de propiedades, deudas atrasadas, conteo de bienes del municipio, listados de gastos a detalle.
Cinco. La Ley General de Contabilidad Gubernamental que en su esencia pura exige que todas las entidades adopten un mismo sistema de registro y revelación de información tanto a sus estados como a la secretaría de Hacienda y Crédito Público, y que recibe el pomposo nombre de “armonización de cuentas”.
Seis. “Cambios relacionados con técnicas de contabilidad, de procedimientos de adquisiciones, presupuesto, reconocimiento de deuda y activos”.
Y otros más.
Pero, bueno, para eso mismo están los químicos contables como Mauricio Audirac y sus discípulos, para burlar todas y cada una de las medidas económicas, tecnológicas, fiscales, etcétera, de tal forma que cada alcalde pueda “seguir metiendo la mano, mejor dicho, los dos brazos, al cajón”.
Y es que, de plano, para eso sirven los contadores… para dar la vuelta a los candados oficiales.
Y más, mucho más en un país ubicado en los primeros lugares del ranking mundial de la corrupción, donde los políticos alcanzan las mejores calificaciones.
Por esa misma razón, el mundo está seguro, cierto, de que la actividad, la profesión, el oficio, el trabajo, la chamba más productiva en dinero y billete del planeta es la política, pues además, en menos de un sexenio un funcionario público se vuelve millonario.
Y si alguna duda existiera ahí están, según la fama ganada en el campo de batalla, los casos de Sara Luz Herrera Cano, Édgar Spinoso Carrera y Gabriel Deantes.
domingo yorio mendez 29 May, 2014 - 13:29
Desde que el PRI gobierna VERACRUZ, DESDE HACE 80 AÑOS, NUNGUN GOBERNANTE HA ENTREGADO CUENTAS MALAS...TODOS SE ENCARGARON de hundir a VERACRUZ...PARA HOY TENER 4 MILLONES DE POBRES, CERO EMPLEO, EMIGRACION AL POR MAYOR, CORRUPCION E IMPUNIDAD GALOPANTE DE LOS GOBERNANTES....QUE SE HACE CON LOS 95 MIL MILLONES DE PESOS QUE LA FEDERACION ENVIA A Veracruz cada año.....en el sexenio de DUARTE SERAN 520 mil millones de pesos.....QUE TANTO SE PUEDE HACER CON ESE DINERO ??????????