"Yo vendo droga en Veracruz"

*"Los narcos logran un ingreso diario promedio de 20 mil pesos".
*El equipo está integrado por filderos, encargados, chalanes, repartidores, cobradores, supervisores, halcones, estacas y mandos…

Luis Velázquez Rivera
12 de mayo de 2011

“Lo confieso: durante meses desempleado, yo vendo droga en Veracruz. Y me va bien. Todos nos reunimos en un lugar llamado ”™El punto”™. En una esquina. En un parque. A la entrada y salida de un antro. En una casa vací­a rentada por un prestanombre.
En el trabajo hay dos turnos de 12 horas cada uno. De 7 am a 7 pm. Y de 7 pm a 7 am. Un vehí­culo con chofer del mismo cártel nos traslada como si fuera una camioneta de personal. A ellos llamamos “los filderos”. Su sueldo fijo es de 1,700 pesos semanales. Ellos perciben, además, una propina de 5 a 10 pesos por cada consumidor que se lleva su bolsita de droga. ”˜”™La bolsita”™”™ así­ se le llama a la presentación de la coca, con sello zipp, del gramo de cocaí­na en polvo o piedra, llamados ”˜”™suave”™”™ o ”˜”™dura”™”™. Aparte, claro, de la bolsita de marihuana o mota.
La droga por lo general se disimula en una bolsa cualquiera de plástico. La esconden en árboles, debajo de automóviles, en algún bote de basura… donde pase desapercibida.
En la organización hay ”˜un encargado”™. Puede ser de una zona, un perí­metro determinado. Su salario gira alrededor de los tres mil, 3, 500, semanales, dependiendo si tiene a su cargo uno o más puntos de venta. Es el responsable de entregar cuentas claras a los supervisores y mandos superiores.
Los ”˜chalanes”™ son aquellos que consiguen a otra persona vecina de la zona donde operamos. Ellos trabajan, pero sin sueldo. Su gran oportunidad está en que pueden integrarse a la organización criminal. Además, son ganones, pues el hecho de pertenecer a la delincuencia organizada les da prestigio en su barrio.

EL COBRADOR PASA CADA 4 HORAS

Existen otros puestos en el grupo. ”˜El repartidor”™, encargado de surtir la droga a la entrada de un turno y a las seis horas después vuelve a repartir. Y en caso de necesidad, se localiza por radio para que surta material de venta lo más pronto posible al punto de la ciudad donde se haya terminado.
”˜El cobrador”™ suele pasar cada cuatro horas para recoger el dinero en efectivo obtenido por la venta de la coca. Esto implica que cada cuatro horas los ”˜filderos”™ tienen que realizar, además, corte de caja y su inventario, como si fuese, vaya, una tiendita de abarrotes en la colonia popular.
Lo anterior por si hay un operativo militar y si las fuerzas armadas catean el lugar los soldados no encuentren dinero incriminatorio, y/o en todo caso, la mercancí­a.
Si el punto es móvil, la organización cuenta con establecimientos, tiendas de abarrotes, depósitos de cerveza, cantinas, financiadas todos por los jefes, que operan como cajas de depósito para realizar el corte del dinero en efectivo, y así­, disimular, esconder, proteger la venta, y pasar, en consecuencia, más desapercibidos.
Existe el llamado ”˜supervisor”™. Realiza su labor tal cual. El pasa a cualquier hora a verificar que todo marche como lo establece el código.
De la venta recaudada por dí­a o turno se vende un promedio de cien bolsitas de cocaí­na en polvo, 50 en piedra, 40 bolsas de marihuana. Y todo lo anterior hace un promedio de entrada por dí­a de 20 mil pesos.
Sus costos desglosados son así­:
Gramo de cocaí­na en polvo (suave): 130 pesos por cien, 13 mil pesos.
Gramo de cocaí­na en piedra (dura): 130 pesos por 50, 6,500 pesos.
Diez gramos de mariguana, 40 pesos por 40, igual a 1,600 pesos.
El punto, claro, está protegido, vigilado y coordinado por otros rangos de la estructura.

ENTRENADOS PARA LUCHAR CON LOS SOLDADOS

”˜El halcón”™ es el vigilante y encargado de monitorear a la autoridad. En su mayorí­a son jóvenes entre los 15 y los 20 años y realizan la tarea en un perí­metro cercano al punto. Hacen rondines en motocicletas, y algunos, son los encargados de seguir dos o tres cuadras atrás de los convoyes de soldados o marinos y prevenir hacia el punto donde vayan. A ellos se les ha puesto clave para llamarlos. ”˜Papas”™ y ”˜ajos”™, para prestar aviso en caso de que se active el programa ”˜México seguro”™.
”˜La estaca”™ se forma de tres a cuatro personas portadoras de armas cortas que dan rondines en automóviles para cualquier imprevisto en el punto, en la zona o con las personas encargadas. Rinden cuentas y operan si los mandos superiores lo ordenan.
”˜Los mandos”™ protegen y dan cuidado en caso de operativo militar en los puntos y casas de seguridad. Son portadores de armas largas, equipados y entrenados para enfrentamientos con las fuerzas militares. Ellos dan la orden y organizan el momento de fuego cruzado.
Así­ operamos en Veracruz, de igual manera como en otras ciudades del paí­s. Y yo estoy contento. Gano una buena lana. Mi familia está a gusto. Hay dinero en casa”™”™.