“Antes de que nos olviden” fue la canción, incluso, interpretada a coro por los asistentes.
El grito ansioso, desesperado y angustiante de libertad, pero más, mucho más, la plegaria social en una región donde, igual, igualito, que en los otros tres puntos cardinales de Veracruz, Veracruz, campeón nacional en secuestros.
Y bicampeón nacional en desapariciones. Incluso, desaparición forzada.
Y el ranking nacional, en primerísimo lugar, de fosas clandestinas.

PASAMANOS: “Los caifanes” rindieron respeto y honor y afecto y cariño a las madres y padres integrantes del Colectivo de Familiares de Desaparecidos Orizaba y Córdoba.
Todo indica, el segundo Colectivo integrado en el Estado jarocho luego del “Solecito” de su fundadora, la maestra en Literatura, Lucy Díaz Genao.
La señora Aracely Salcedo, madre de Fernanda Rubín, secuestrada y desaparecida en una disco en Orizaba en el sexenio de Javier Duarte, el preso del Reclusorio Norte de la Ciudad de México, encaró al góber del “aquí no pasa nada” reclamando la aparición de su hija.

CORREDORES: El jueves 25 de abril, en la noche, “Los caifanes” cantaron gran repertorio. Con más, mucho más éxito, digamos que Café Tacuba.
Entre otras tonalidades, “La Negra Tomasa” de éxito espectacular.
Pero dado el sufrimiento y el dolor y la angustia y la nostalgia de tantas personas secuestradas y desaparecidas en la región, “Antes de que nos olviden” prendió, y mucho, a los fans.

BALCONES: Ene número de canciones sobre los desaparecidos han sido compuestas en un país con más de ciento veinte mil personas plagiadas.
Ene número de libros con reportajes y crónicas vendidos en las librerías.
Ene número de filmes cinematográficos. Incluso, con actores extranjeros, como los casos de Jennifer López y Antonio Banderas, en el norte del país.
Ene número de marchas, protestas y mítines. Vaya, hasta en el zócalo de la Ciudad de México frente a Palacio Nacional donde quiso vivir AMLO, el presidente, igual, igualito, que su antecesor, ajá, Benito Juárez García, y quien cometiera el primer fraude electoral de la historia.

PASILLOS: Ene número de foros sobre los secuestrados y desaparecidos.
Vaya, una madre, con dos hijos desaparecidos en Veracruz, viajó al Vaticano y pudo hablar con el Sumo Pontífice, Francisco Primero, y a quien entregara el expediente con la historia de sus hijos y su propia historia buscándolos.
Plantones ante AMLO, el presidente, en sus giras.
Plantones ante el góber salsero, huapanguero, danzonero, chicharronero, camaronero, jaranero (que dice), bolichero y beisbolista, y desde luego, más frívolo, insustancial y vanidoso que Antonio López de Santa Anna.
Sin embargo, Veracruz sigue liderando las fosas clandestinas.
Y bicampeón en personas desaparecidas.

VENTANAS: Cuitláhuac García, igual, igualito que Carlos Salinas cuando “en la plenitud del pinche poder” exclamara que a los perredistas (seiscientos asesinados en aquel sexenio) “ni los veo ni los oigo”.
Tampoco “Cui” mira ni oye a los padres, sobre todo mujeres, integradas en los treinta y dos Colectivos de Veracruz.
Desde luego, tampoco oyó ni escuchó a “Los caifanes” cantando en el coliseo “La Concordia” de Orizaba.
Simplemente, al góber obradorista (ajá) le vale un carajo el dolor y el sufrimiento de los padres.
Y la incertidumbre, la zozobra, la inseguridad y la impunidad en el diario vivir.
Un infierno llamado Veracruz.
El Veracruz guinda y marrón.