Durante dos años y siete meses, en la SEGOB despachó un secretario, el número dos del góber, que todos los dí­as escuchaba misa y confesaba y comulgaba y se hincaba en la iglesia y besaba el anillo a los Obispos… Pero, además, un secretario que nunca, en su vida, jamás, ni por accidente, ni en pensamiento, ha sido infiel a su esposa, como él mismo lo asegura… En su tiempo, de principio a fin, el titular de la SEGOB acompañaba, incluso, a los obispos y arzobispo a caminatas eclesiásticas cargando la cruz, en algunas ocasiones hasta le dieron el micrófono para predicar la homilí­a… Es más, algunos compañeros del gabinete legal y ampliado del funcionario le llamaban “El curita” de cariño, y otros, “El obispo” sólo para ejemplificar el estilo personal de gobernar y ejercer el poder en la Secretarí­a General de Gobierno… Así­, durante 31 meses el duartismo tuvo una SEGOB purificada, cerca de la cúpula eclesiástica, bajo el manto precioso de la Virgen de Guadalupe y el sudario de Cristo camino al Gólgota… Es más, mientras los herejes pronosticaban un paí­s laico, desde la SEGOB jarocha se mostró otra realidad y ningún tsunami pudo cambiar el estilo de gobernar…

BALAUSTRADAS: ahora, con Érick Lagos Hernández como secretario de Gobierno un nuevo estilo habrá de inaugurarse… Mejor dicho, reproducirse del CDE del PRI a la SEGOB… Desde luego, el segundo titular de la dependencia ni escucha misa todos los dí­as ni tampoco cada ocho dí­as ni tampoco el fin de año… Menos, mucho menos, confiesa y comulga, y en todo caso si se hinca sólo serí­a ante el jefe máximo, su dios terrenal… Y, por supuesto, tampoco es fiel, pues su vida privada, que ha convertido en pública, habla de A la Secretarí­a General de Gobierno ha llegado un hedonista del poder polí­tico, cuyo estilo de vida envidiarí­a hasta el mismo Hugo Hefner con sus "conejitas" que es un gran introductor de carne y admira con frenesí­ a Silvio Berlusconi y Bill Clinton, con todo y las travesuras que practicaba en la Casa Blanca con la becaria de 22 años… Pero, además, también idolatra a Hugo Hefner con sus conejitas, según cuenta el fotógrafo Wenceslao Fuentes cuando ambos viví­an juntos, con otros más, en un departamento en la ciudad de Xalapa, y cuando todos eran “felices e indocumentados”… Es más, mientras el llamado “curita” de la SEGOB cree en Dios y en la Santí­sima Trinidad, el nuevo huésped tiene un brujo de cabecera, originario de Isla, que jala desde su tiempo de estudiante en la facultad de Leyes de la Universidad Veracruzana, a quien consultaba para todo, tanto las decisiones de su vida pública como privada… Así­, la SEGOB tiene a un hedonista en el ejercicio del poder estatal que antepone el placer por encima de todos los códigos éticos y morales, y hasta el manual de urbanidad y buenas maneras para regir su vida polí­tica…

ESCALERAS: es más, otro estilo personal de gobernar lo ha contado un contratista que entregaba al nuevo inquilino de la SEGOB una maleta con billetes de a mil y 500 pesos, todos nuevecitos, amarrados con ligas, equivalente al diezmo por la concesión por dedazo, fast track, de la obra pública… Por ejemplo, si la infraestructura en proceso de construcción era de 500 millones de pesos, el diezmo significaba 50 millones de pesos, por tanto, era la entrega que le daban al nuevo huésped de la dependencia… Así­, podrá seguir manteniendo el ritmo de vida de estar rodeado de barbies, reinis y kens, pues tal canonjí­a implica un gasto incalculable que, desde luego, rebasa la posibilidad de cualquier presupuesto… Claro, a diferencia del antecesor, el sucesor en la dependencia tiene más, mucho más oficio polí­tico y con sus atributos polí­ticos podrá lograr más acuerdos, pactos y concertaciones; pero en cambio, de la casa de la pureza en que fue convertida la SEGOB en los primeros 31 meses del sexenio próspero, ahora corre el riesgo de transfigurarse en “La casa que arde de noche”, como cuando, y por ejemplo, “El jefe Lagos” (así­ le llama Gonzalo Morgado Huesca) despachaba en la subsecretarí­a y su audiencia consistí­a en un 90 por ciento en mujeres, todas jóvenes, con el porte de modelos y edecanes, barbies y reinis… Incluso, cuando en aquel entonces ordenara le construyeran un pasillo secreto para entrar a palacio, y en donde tení­a a un par de barbies que a cualquier ciudadano hipnotizaban, lleno de envidia (de la buena) por el altí­simo privilegio que usufructuaba el señor Lagos Hernández… Un hedonista del poder público… Un pachá en la tarea de gobernar… Un playboy de la administración gubernamental… Con Buganza, la SEGOB, el reino de Dios… Con Érick Lagos, el infierno y el pecado… Total, Benedicto XVI lo dijo en su época de teólogo: el infierno es un invento de la iglesia, pues está aquí­ en la tierra…Con Buganza, cánticos religiosos… Con Lagos, el aquelarre…