Morenos enlodados
La desaparición forzada "es delito de lesa humanidad". El peor, incluso, cometido por las tribus gobernantes. En el duartazgo, Veracruz alcanzó presea en el continente. Primera vez en la historia local. Las Colinas de Santa Fe, en la ciudad de Veracruz, las más famosas en América Latina. Hasta cadáveres de políticos sepultaban.
Ahora, el gobierno de Veracruz está en la cancha.
Luis Velázquez
A punto de cumplir los dos primeros años en el ejercicio del poder guinda y marrón, muchos desaparecidos, los más trascendidos los siguientes.
Uno, los diez pequeños comerciantes de Ciudad Mendoza y Río Blanco desaparecidos en Ixtaczoquitlán levantados por los policías municipales y estatales. El director de Gobernación, involucrado.
Y dos, los cinco chicos de Xalapa desaparecidos de un bar en Emiliano Zapata, en el poblado de Cerro Gordo.
Los Morenos ya se enlodaron. Están en las grandes ligas de los atropellos a los derechos humanos, el estandarte de la izquierda desde tiempo histórico, legendario y mítico, quizá, digamos, desde cuando la señora Rosario Ibarra de Piedra buscara a su hijo Jesús Piedra, desaparecido en Nuevo León, acusado de formar parte de la Liga 23 de septiembre.
Acaso, desde antes, cuando los atropellos a los derechos humanos de líderes obreros míticos. Demetrio Vallejo y Valentín Campa.
Los médicos arrasados en el sexenio de Adolfo López Mateos, Fernando López Arias procurador General de Justicia de la República, años después premiado con la gubernatura de Veracruz.
Los profesores Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, guerrilleros en Guerrero, perseguidos con dureza por los militares.
La emboscada de los 17 campesinos en Aguas Blancas, Guerrero, Ernesto Zedillo presidente, Rubén Figueroa Alcocer, su compadre, el góber precioso, aquel de que "si guerra quieren... guerra tendrán".
Los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
El país, sembrado de abusos y excesos de los políticos en el poder en contra de los defensores de los legítimos derechos humanos.
Y en otras ocasiones, como Veracruz (los diez comerciantes de Ciudad Mendoza, los 5 chicos de Xalapa), sin deberla ni temerla.
El abuso policiaco. La alianza de policías y jefes policiacos con los malandros. La policía al servicio de los carteles y carteles.
¡Oh, ílamo! ¡Oh, Paso del Macho!
Por eso mismo, entre otras cositas, las autodefensas en las cumbres de Acultzingo, Zongolica, Las Choapas y Calcahualco.
DERECHOS HUMANOS, EN EL FONDO DEL TÚNEL
El 26 de octubre del año 2019, la señora Verónica Hernández ya era Fiscal General, desaparecieron los diez comerciantes de Ciudad Mendoza y Río Blanco.
Y a pesar de la búsqueda frenética de los familiares...
Y de las marchas pacíficas como parte de la resistencia pacífica...
Y de las investigaciones acometidas por ellos para rastrear las pistas y que los llevaran a Ixtaczoquitlán...
Y por más convocatorias al gobierno de Veracruz y a la Fiscal General para un poquito de misericordia y piedad, pero también, de justicia, simple y llanamente, justicia...
Nunca, jamás, jamás, jamás, una respuesta.
La misma actitud, digamos, de Javier Duarte con sus Fiscales Felipe Amadeo Flores Espinoza y Luis íngel Bravo Contreras... ante sus desaparecidos.
La misma filosofía política y social de Miguel íngel Yunes Linares con el Fiscal Jorge Wínckler Ortiz... con sus desaparecidos.
Ahora, la historia reproduciéndose quizá como una tragicomedia como dice el Señor Presidente, acaso como una comedia como decía Carlos Marx y una tragedia como refería su amigo y mecenas, Federico Engels.
Los derechos humanos, en el fondo del túnel, hundiéndose más y más pues entre más profesión de fe sobre su vigencia y defensa más evidenciados quedan.
5 CHICOS, EN EL LIMBO
El 2 de julio, de nuevo, otra desaparición igual, igualita, al quintento de chicos de Playa Vicente interceptados por la policía estatal y municipal de Tierra Blanca y entregados a los malandros de la región en el casi sexenio de Javier Duarte.
En Xalapa, 5 jóvenes, de 19 a 32 años el mayor, un taxista, un mecánico automotriz, un peluquero, un empleado de talleres de mofles y un trabajador de la colonia Miradores, quisieron tomarse unas micheladas con mariscos en un bar de Emiliano Zapata, el municipio conurbado a la capital.
Y fueron levantados. Y desde entonces, como si hubieran volado al cielo. En el limbo.
Dos meses después, los padres, en la misma búsqueda frenética.
Ninguna respuesta oficial.
Lo mismito que en el bienio azul y el sexenio priista, como si una maldición caminara galopante por encima de la eficiencia y la eficacia y la competencia de la secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General.
Por eso, el desaliento social de una parte considerable de la ciudadanía, población electoral, con el gobierno de Veracruz.
Duarte y Yunes Linares se fueron y tienen su parte en la historia.
Ahora, es el turno del primer sexenio de la izquierda en Veracruz con las tribus de MORENA.