y sin conservar la sana distancia a disfrutar la vida.
En Córdoba, saturada la renta de equipo de oxí­geno.
Y en Coatepec, los payasos, arriesgando la vida, ofreciendo shows en las puertas de las casas para "una ayudadita en nombre de Dios".
De ñapa, el anuncio oficial de que Veracruz ocupa el segundo lugar nacional en hipertensos y el segundo lugar nacional en gordos, gente excedida de peso, y por añadidura, más expuestos a la pandemia.
Los tambores de guerra por el virus están sonando y nadie, ningún polí­tico, ningún gobernante, ningún epidemiólogo, ninguna bruja adivinando el futuro en la palma de las manos, puede asegurar con certeza el fin de la cuarentena.
Esto... va para largo.
Cada vez, más enfermos y más muertos.
La pandemia, dice la secretarí­a de Salud, en 181 municipios de los 212, aun cuando nadie duda de que todo Veracruz está con el virus encima.
López Obrador sin embargo, dijo ayer que pandemia va a la baja...
Y los hospitales públicos y privados, totalmente saturados.

"LA MUERTE TIENE PERMISO"
La vida es así­:
En Coatepec, cadáver de un joven metido en un frigobar en su casa en la colonia Manantiales la noche del domingo.
Minatitlán: un hombre y un menor asesinados.
Cuichapa: el cadáver de un anciano en medio de cañaverales.
Jáltipan: ladrón asesinado por la policí­a cuando intentaban robar un cajero. Otros pillos, huyeron.

CASI MILLÓN DE EMPLEOS PERDIDOS
El I.M.S.S. exhibe el desempleo en Veracruz.
De los meses de enero a mayo del año desventurado y epidemiológico que camina, 838 mil (ochocientos 38 mil) empleos perdidos.
Cancelados.
Dados de baja.
Casi casi llegando al millón que a estas alturas, dos meses y medio después del último reporte, ya habrí­a.