Cartita Abierta
•14 meses impunes
•Abiram Hernández
•Adán Vez Lira
Nadezdha Vergel
Fiscal General.
Señora Hernández:
Ningún daño hacían a los 8 millones de habitantes de Veracruz los activistas sociales Abiram Hernández Fernández y Adán Vez Lira. El primero, luchando al lado de los padres, más con madres, con hijos desaparecidos...
en y desde Xalapa.
El segundo, luchando por conservar el medio ambiente en la región de Actopan.
El primero, asesinado el 30 de marzo del año anterior.
El segundo, asesinado el 8 de abril de este año.
Uno y otro, delitos que han de seguirse por oficio, más allá del tiempo institucional en que ocurrieran.
Y sin embargo, la procuración de justicia ha tardado mucho, demasiado en llegar, al grado de que los familiares y los amigos y los beneficiados y los simpatizantes están desencantados.
Peor tantito, han perdido la fe.
Tantito peor, ya perdieron la fe en la fe.
Y por añadidura, en el destino humano en Veracruz.
De Abiram han transcurrido catorce meses en la impunidad.
Un mes tras otro, un mes tras otro, un mes tras otro.
Y de Adán Vez han pasado casi dos meses, y al paso de tortuguita y hormiguita que vamos, todo indica, ocurrirían las mismas circunstancias que con Abiram.
Simple y llanamente, impunidad.
Y sin embargo, y para fortuna de usted, ¡bendito Dios que grande es!, la LXV Legislatura la nombró Fiscal General por 9 años más.
La vida, ni modo, es así.
"Unos al hoyo y otros al cogollo" como dicen en el pueblo.
ENTRE LA MUERTE Y EL OLVIDO
Muy duro quizá, es impartir justicia. Más duro, identificar a los asesinos físicos e intelectuales de Abiram Hernández y Adán Vez.
Más duro, someterlos a un proceso y demostrar que los detenidos son culpables.
Más dura la sentencia.
Más, cuando como en su caso se llega sin una experiencia aguerrida y combativa en la barandilla y en los sótanos del poder.
Por dedazo del secretario General de Gobierno y del góber de Amlove, claro, usted es Fiscal.
Pero el saldo es cuestionable.
Más, mucho más cuando, por ejemplo, además de que 6 de los 8 millones de habitantes de Veracruz están en la miseria y la pobreza según el INEGI, también han de sufrir y padecer el calvario camino al Gólgota, con tanta impunidad.
Cientos, miles de hogares enlutados. Niños huérfanos. Esposas y maridos viudos. Padres ancianos a la deriva.
Una cruz más en el panteón. Una silla sin ocuparse en casa a la hora de la comida. La recámara vacía. La ropa de los muertos regalada a los parientes o amigos.
Pero, bueno, el chamán es tan grande que mientras usted esté bien, tranquila, dichosa y feliz en su cargo, con sus camionetas blindadas y séquito de escoltas y guardaespaldas, basta y sobra para gritonear que en Veracruz somos felices.
La primera muerte de una persona es la muerte. La segunda, el olvido.
Nadezdha Vergel.