Por ejemplo, en una conferencia de prensa predicando desde el púlpito panista declaró a Veracruz un Estado Feminicida.

PASAMANOS: Se basó en que la Fiscal maquilla las cifras del feminicidio.
Ella, por ejemplo, dijo que este año en Veracruz solo 3 feminicidios, mientras el Colectivo Cihuatlahtolli de Orizaba dice que fueron treinta y cinco y que “El chapito” también respaldó.
El dirigente panista solicitó al gobierno de Veracruz, ví­a, digamos, la secretarí­a de Seguridad Pública, un alto a los feminicidios, “un alto a la polí­tica que violenta los derechos de la mujer, un alto a la descomposición social”.
Y, bueno, si es escuchado en palacio de Xalapa, y lo que mucho se duda, serí­a un milagro.

CORREDORES: Y es que desde hace quince meses, antes, mucho antes de que Veracruz mereciera el primer lugar nacional en feminicidios y cuando el tiradero de cadáveres de mujeres aleteaba ya de norte a sur y de este a oeste, decenas de marchas, caminatas, protestas y declaraciones pidiendo un alto a los crí­menes de la población femenina fueron expresados.
Y sin embargo, los feminicidios continúan fuera de control, descarrilados en la cancha pública.

BALCONES: Por eso, y como está manifiesto, la declaración mediática de El chapito resulta insustancial.
Nadie lo escuchará en palacio de Xalapa. Nadie oirá su protesta. Nadie actuará para disminuir, reducir, acortar el feminicidio.
Solo la resistencia pací­fica, la protesta polí­tica, social, partidista, sistemática podrí­a estremecer las entrañas del gobierno marrón y guinda para asumir una estrategia efectiva.
Por ejemplo, plantones el mismo dí­a en los 212 municipios.
Caminatas de protesta de cada pueblo de Veracruz a Xalapa.
El activismo mediático pero en la Ciudad de México y hasta con los corresponsales extranjeros.
Huelgas de hambre frente al palacio de Xalapa sobre la escalinata de la Catedral, el gran muro de las lamentaciones. Y huelgas de hambre frente a los palacios municipales.
Solo así­, quizá, habrí­a una respuesta oficial.

PASILLOS: Y es que en tanto las ONG y los activistas y los partidos polí­ticos de oposición y las académicas universitarias denuncian los feminicidios (es la razón de “Las Brujas del Mar”, tan famosas en el paí­s), por el otro lado, el góber jarocho de AMLO, el secretario General de Gobierno y el secretario de Seguridad Pública, y la Fiscal, y anexos y conexos morenistas, maquillan las cifras.
Es más, y peor tantito, aseguran, ¡pobrecitos ilusos! que el oleaje de violencia está a la baja.

VENTANAS: Y mientras Veracruz sangra y desangra, cada vez aumentan los niños huérfanos y los esposos viudos y las esposas viudas, claro.
Por eso, de nada sirve, más allá de los titulares de portada por un dí­a, declarar a Veracruz un Estado Feminicida.
Simple y llanamente, el CDE del PAN le hace al tonto, pues ni siquiera, vaya, con la actitud mediática podrí­a, digamos, amacizarse en el corazón social de cara a las elecciones intermedias del año 2021, alcaldí­as y curules en disputa.
Es hora de la resistencia pací­fica. Los hechos, más que la verborrea, el palabrerí­o, deben estremecer las entrañas del poder.