exhibiciones de la coreana Parásitos, la mexicana Perdida, la producción hollywoodense Jumanji y el churro gringo Bad Boys. La fiscala general del Estado, Verónica Hernández Giadáns, está en el área de la segunda dulcerí­a acompañada de dos menores de edad. En sitios estratégicos siete integrantes de la Policí­a Ministerial ”“vestidos de civil- cuidan de “la jefa”.
Un tipo con el cuerpo de marine norteamericano, chí­charo de teléfono pegado al oí­do custodia a la fiscala y a sus dos acompañantes hasta la entrada de la sala 8 del cine, para que así­ Hernández Giadáns ”“ayer exonerada por el propio gobernador, Cuitláhuac Garcí­a Jiménez, de cualquier liga criminal con su prima hermana, Guadalupe Hernández “La Jefa”- pueda ocupar el asiento once de la fila E y disfrutar sin preocupación alguna del clásico norteamericano de Louisa May Alcott “Mujercitas”.
Ayer mismo se han cumplido tres meses de la desaparición forzada de siete comerciantes en la zona montañosa de Ixtaczoquitlán sin que al dí­a de hoy se tenga certeza de su paradero; apenas el fin de semana dos civiles fueron heridos de bala por la Fuerza Civil en Martí­nez de la Torre; en redes sociales la defensa a ultranza del gobernador, Cuitláhuac Garcí­a generó ámpulas en las redes sociales, pero la prioridad de la Fiscal el dí­a de ayer, fue ir al “combo lunes” de Cinépolis.
Mientras el tipo de un metro 95 centí­metros de estatura, bí­ceps de acero, botas importadas, pelo tipo castrense, acompaña a Giadáns y a sus dos acompañantes a la sala, otro escolta de la Policí­a Ministerial se sienta en la primera mesa del Cinecafe sin perder de vista a la encargada de despacho de la Fiscalí­a. No se mueve ni habla, parecerí­a un muñeco de cualquier Museo de Cera de las grandes metrópolis. Otro guarura, flácido de torso y pies recorre como hámster en jaula de laboratorio, los pasillos del cine para cuidar cualquier detalle.
Dos escoltas más, pelo a rape y camisetas pegadas al cuerpo, se estacionan, chí­charo al oí­do y mini bocina telefónica pegada a la boca, afuera del área de comidas del centro comercial Plaza Américas, en la puerta trasera cerca del Centro de Atención Clientes Telcel, hay otros tres guaruras de la FGE haciendo funciones de choferes para conducir una Suburban del año con blindaje número cinco y dos camionetas FORD 4X4 doble cabina ”“los tres vehí­culos en color blanco- para tener una de avanzada y una de retaguardia que cuide de la exdirectora jurí­dica de la Secretaria de Gobierno (SEGOB) una vez que concluya su función cinematográfica.
El rombo de escoltas toma sus posiciones mientras Hernández Giadáns desciende de las escaleras de salida de la sala ocho de Cinépolis, son las diez con cuarenta de la noche, hay más guaruras de la Fiscal que guardias de seguridad privada de Plaza Américas. La Fiscal aborda su camioneta ya con motor encendido, en el estacionamiento comercial se hace una pequeña caravana de tres vehí­culos para emprender la salida hací­a Lázaro Cárdenas.
Las cientos de carpetas de investigación sin resolución alguna pueden esperar.