Pero si para entonces, y luego de su tercer informe de gobierno, la alcaldesa ya emprendió “la graciosa huida” a Estados Unidos, que tanto le fascina, Flores Espinosa habrá quedado una vez más bajo sospecha, suspicacia y perspicacia como procurador de Justicia.
Y más, por lo siguiente:

a) “El Silva”, sentenciado a 38 años de cárcel por el homicidio de la corresponsal de Proceso, Regina Martí­nez, fue absuelto por magistrados del Tribunal Superior de Justicia, no obstante que el gobierno de Veracruz fue avisado, en tiempo y forma, que el expediente era insostenible.

b) Los cuatro detenidos en Coatzacoalcos, acusados del asesinato de un pastor evangélico, empleados de la Comisión Federal de Electricidad, fueron declarados inocentes.

c) Los tres detenidos en Amatlán de los Reyes, acusados del crimen del activista del medio ambiente, Noé Salomón Vázquez Ortiz, han solicitado un amparo y según se afirma va por buen camino.

Entonces, y si Zara Luz se le ”˜pela”™ al procurador, ¿qué clase y calidad de procurador tenemos?

II

Según las versiones, en unas horas la Comisión Instructora del Congreso emitirá su dictamen si procede la solicitud de desafuero de la alcaldesa, aun cuando un diputado se “ha lavado las manos” diciendo que el tiempo los rebasa.

Pero, bueno, los dí­as y las acciones parecen abonar la absolución, pues los diputados de la LXIII Legislatura, que suman 36 priistas de los 50, han estado dando largas al dictamen.

Más aún, si el Congreso decreta improcedente la solicitud de desafuero, el procurador quedará bajo evidencia.

Más, mucho más, porque ha dicho en repetidas ocasiones que hay pruebas suficientes de que la alcaldesa ordenó el asesinato de su secretario particular, quien, según las versiones, lo tení­a harto de tanto chantaje económico.

III

Más aún, y como dice el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica, si el Congreso absuelve a la presidenta municipal, entonces, Kafka se habrá quedado idiota y los ciudadanos estaremos sin entender lo que está sucediendo en Veracruz.

IV

Y es que dada la trayectoria pública de Zara Luz, desde su tiempo como jefa de la Oficina de Hacienda en San Andrés Tuxtla, donde, se afirma, emplacó más de 500 Luego de la absolución al “Silva”, y a los (presuntos) asesinos del pastor evangélico y el activista del medio ambiente serí­a vergonzoso que la alcaldesa de Alvarado sea declarada inocente automóviles “chuecos”, la mayorí­a de procedencia norteamericana, hasta la alcaldí­a, fue construyendo alianzas y complicidades con, entre otros, los siguientes polí­ticos:

Uno: Salvador Manzur Dí­az, como subsecretario de Finanzas y Planeación en el Fidelato.
Dos: Jorge Alejandro Carvallo, como diputado local.

Tres: La profe Elena Zamorano, su amigaza, como diputada local.

Cuatro: Juan René Chiunti, diputado local, quien le trabajara en Alvarado como contratista.
Y si los hechos y circunstancias son así­, entonces, las bravuconadas de la alcaldesa ante el procurador de Justicia significan que la señora se siente ultra contra súper blindada.

V

En todo caso, si el Congreso la absuelve, entonces, la decisión legislativa se entenderá como un claro mensaje alrededor de las relaciones polí­ticas, pero más aún, complicidades que la alcaldesa ha sabido construir, bañándose en tina para chapotear.

VI

No obstante, una cosita serí­a que el Congreso en tráfico de influencias la absuelva, y/o siga el ejemplo de Poncio Pilatos y se lave las manos y otra que el procurador de Justicia esté súper seguro de que la presidenta municipal es culpable del homicidio de Michel.

Y, por tanto, en el primer segundo del dí­a primero de enero de 2014 tendrá todas las facultades jurí­dicas del mundo para apañarla.

Y ahí­ sí­, “Los niños de la fidelidad” se habrán de doblar.

Pero, claro, si algún “Niño fiel” deseara pasarse de tueste, el procurador tendrá por delante su dignidad humana y polí­tica y social como tal.

Y él sabrá si permite que mancillen su dignidad y su libertad.

Y más, mucho más, por su biografí­a polí­tica que incluye, entre otros considerandos, agente del Ministerio Público, director de la policí­a Judicial, director de Seguridad Pública, secretario General de Gobierno, presidente del CDE del PRI, y diputado local y federal, y presidente de la Comisión de Seguridad del Congreso de la Unión.

Y ni modo que una alcaldesita esté por encima de su capacidad jurí­dica y polí­tica…