Dejándole recados en el WhatsApp de que le acuse recibo “a la hora que desee”…

ROMPEOLAS: Y, bueno, tanto fastidio de la madre termina cuando ella, viuda, halla un hombre de la misma edad y el deseo y la pasión le renacen… Está en Netflix y el sicólogo y el terapeuta familiar la recomiendan para las madres iguales, igualitas, digamos, como una especie de terapia… Y la hija siente un respiro, porque, como dice a la madre, “quiero follar con el primero que encuentre y tú me quitas toda privacidad”… Nada, entonces, más sabio como marcar los límites en la relación de padres e hijos… Más aún, quizá, quizá, quizá, en la relación de madre viuda y/o divorciada y/o separada con las hijas casaderas y/o casadas…

ARRECIFES: Hacia el final del día, y como observa el sociólogo del barrio, desde los siete años de edad, los padres hemos de aprender que el menor tiene facultades neurológicas para ejercer su legítimo derecho a la libertad… Y más si se vuelven jóvenes, su legítimo derecho a la privacidad… El trascendido, por ejemplo, de que en Estados Unidos y hacia los 19 (diecinueve) años de edad, los hijos pueden declararse autónomos e independientes y se van a vivir solos (y/o acompañados de su pareja) en un departamento… Entre otros hechos y cositas, para vivir su propia vida…

ESCOLLERAS: Desde luego, los grandes riesgos… 1) La dependencia que los padres suelen crear sobre los hijos… 2) Las coacciones de los padres a los hijos para llevar la vida deseada por los padres, en ningún momento por los hijos… 3) El acoso telefónico y con frecuencia todos los días sobre las horas que caminan… 4) Las intromisiones de los padres con las parejas de los hijos… 5) La chismografía entre padres sobre los hijos, más aún, sobre las hijas… Y, 6) La obsesiva obsesión de las madres (por lo regular) para que las hijas lleven una vida trazada por las madres…

PLAZOLETA: En el filme “Una madre indiscreta”, Susan Sarandon se muestra obsesiva con la hija… Incluso, hasta se entromete en su centro de trabajo… Peor todavía, acosa a su ex yerno para volver con la hija… Y por más y más que la hija la convoca al respeto a su vida privada, la madre más hostigante se vuelve… Y se refugia con un trío de amigas para quejarse y quienes (claro, lógico, obvio) la alientan para seguir ocupándose de la vida íntima de la hija…

PALMERAS: Un infierno, pues, para las hijas… Bien podrían todas ellas integrar una especie de AA intitulada, por ejemplo, Asociación de Madres Neuróticas y Anónimas… Y con unas sicólogas respetadas y respetables para reorientar sus vidas… Una señora lo dice con claridad filosófica: “Los hijos son prestados, pues llega un tiempo cuando merecen toda la libertad del mundo”… Y nada tan prudente (y sabio) como dejarlos hacer y vivir… Y al mismo tiempo, estar pendientes con toda la inteligencia y discreción…