La familia (un niño de once años de edad, la madre y el padre) salieron de casa el lunes 15 de abril.
El niño, a la escuela. La madre y el padre al centro laboral.
Y desaparecieron, digamos, quizá, como Remedios la bella volando al cielo cuando tendía la ropa recién lavada en el tendedero del patio.
Ninguna huella. Ninguna pista. Ningún rastro. Ninguna señal.
A tono, digamos, con el ejercicio personal de ejercer el poder de la 4T, MORENA, el obradorismo, la purificación moral y la honestidad valiente.
Y, claro, el “Amaos los unos a los otros”.
Es decir, el desdén, la indiferencia, el menosprecio, el desprecio, la apatía, el valemadrismo.
Bastaría referir que en Veracruz hay treinta y dos Colectivos integrados con padres con hijos y parientes secuestrados y desaparecidos.
El niño, Íker Márquez García, 11 años de edad.
La madre, María Guadalupe García Olivares, 32 años de edad.
El padre, Julio César Márquez Martínez, 36 años de edad.
La ineficacia y la ineficiencia de Cuitláhuac García en la difícil tarea de gobernar.
En el último año del sexenio está probado y comprobado:
Nunca el góber de la colonia Macuiltépetl pudo.
Los zapatos y la silla embrujada del palacio le quedaron demasiados grandes.
Quizá en cinco años y cinco meses lo intentó. Pero luego enseguida quedó manifiesto que fue rebasado por la delincuencia organizada y común.
Caray, nunca como ahora los vecinos de varias cabeceras municipales integrados en comités de vigilancia en sus barrios y colonias y deteniendo a malandros.
Jamás como ahora el miedo, el temor, el pánico, el terror, la angustia y la desesperación con tantos sobresaltos en el día con día.
En la teoría dicen por ahí que la primera obligación del llamado Estado de Derecho está en garantizar la seguridad en la vida y los bienes.
Y el pobrecito de Cuitláhuac reprobado desde el primer mes del sexenio cuando en los límites de Isla y Rodríguez Clara unos migrantes de América Central y una mujer originaria de Guatemala fueron emboscados y ella perdiera la vida.
Así fue inaugurado el Feminicidio en un Veracruz campeón nacional.
Cuitláhuac reprobado con cero de promedio.
Ya se verá si la incompetencia del góber incidirá en la votación del dos de junio por los candidatos de MORENA y AMLO a cargos de elección popular.

II (“La noche de los cuchillos largos”)
El Veracruz de Cuitláhuac: “La noche de los cuchillos largos”.
El Veracruz de Javier Duarte: “El gordo debe morir”.
El Veracruz de Agustín Silvestre Acosta Lagunes: “La Sonora Matancera”.
El Veracruz de Jorge Cerdán: “No más las cruces quedaron”.
El Veracruz de Teodoro A. Dehesa: “Callado te ves más bonito” con los trescientos obreros textiles de Río Blanco asesinados en un día.
El Veracruz de Luis Mier y Terán: “¡Mátalos en caliente!”.
Cuitláhuac, pues, en las grandes ligas del infierno con los secuestros, desaparecidos y feminicidios.
Y, claro, con el Veracruz (inédito en la historia estatal) de las fosas clandestinas.
Cuitláhuac, el discípulo, entre tantos otros sátrapas, de Augusto Pinochet, Rafael Leónides Trujillo, Fulgencio Batista y Porfirio Díaz Mori.
Soñó parecerse a Andrés Manuel López Obrador y hasta trepó video en las redes sociales jugando beisbol en una pose exhibiendo su identidad.
Terminó pareciéndose a Victoriano Huerta.
Un niño, una madre y un padre de Xalapa están desaparecidos.
Los narcos, operando en la capital.
Xalapa y Coatzacoalcos (morenacos Ricardo Ahued Bardahuil y Amado de Jesús Cruz Malpica) campeones en la incertidumbre, la zozobra y la inseguridad en el Estado de Veracruz.

III (Dos Veracruz frente a frente)
Hay en Veracruz una población ahogada, estrangulada por el miedo.
Incluso, mejores y jóvenes de 15 a 20 años, hijos de pudientes, con escoltas cada uno.
Y armados.
Dispuestos a todo. Digamos, “a ofrendar sus vidas” por ellos, los padres quienes les pagan.
Y moviéndose en camionetas hasta blindadas.
Creciente, imparable, descarrilada, tensión.
En tanto, la gente pobre y en la miseria soñando con la bequita bimensual del llamado Bienestar Social.
Haciendo fila en las Clínicas de Salud.
Clínicas con enfermeras, pero sin médicos.
Y con enfermeras y médicos, pero sin medicinas.
Y haciendo fila en los laboratorios clínicos para los jodidos.
Precios bajos y en oferta.
Canijo, difícil, rudo y duro vivir en el Veracruz de la purificación, la honestidad valiente, la Gran Cuarta Transformación:
Te secuestran.
Te desaparecen.
Te matan.
Te destazan.
Te sepultan en fosa clandestina.
Y, claro, sin una cruz con el nombre en un letrero.
El Veracruz del obradorista (ajá) Cuitláhuac García.

POSDATITA: ¡Vaya radiografía de la derrota de la zacatecana Rocío Norma Nahle García como candidata a gobernadora de AMLO, el presidente, en la columna “Estrictamente personal” del periodista Raymundo Riva Palacio!